EMILIO RABASA ENTRE LA CONSTITUCIÓN Y LA LITERATURA. (III)

Don Emilio Rabasa fue de los pioneros de la literatura realista en México, en estas cuatro novelas seriadas que estamos desarrollando semanalmente, el escritor chiapaneco nos va describiendo formas reales de cómo se asciende y ejerce el poder político en México, cómo se desenvuelve la sociedad civil, en esta tercera entrega conoceremos desde la pluma de Rabasa, cómo funciona: “El Cuarto Poder”.
En el final de la novela: “La Gran Ciencia”, el personaje central Juan Quiñones huyó de la Capital del Estado pensando que había asesinado el Diputado Miguel Labarca, en la continuación de esta serie novelada nos encontramos ahora a Juan Quiñones viviendo en la Capital del País, Juan es un joven honrado, talentoso, estudioso, todo le había salido mal, lo único que él deseaba era vivir tranquilo junto a su amor Remedios, pero las circunstancias que rodeaban a esta joven pareja no les han permitido consagrar su amor.
Juan Quiñones vivía en la casa de huéspedes del señor Ambrosio Barbadillo, Juan no tenía ingresos ni para pagar la renta, viviendo estas penurias aparecerá un personaje ya conocido por los lectores de esta serie llamado Sabás Carrasco, a pesar de que tenía algunos malos recuerdos de Sabás, a Juan le dio gusto ver a su paisano, después de varias horas de pláticas Juan no tuvo otra opción más que sincerarse con Sabás, es en este contexto cuando Sabás le ofrece a Juan un gran empleo:
“–Vea usted –me dijo en el discurso de la conversación –yo no sé si a usted le agradaría un medio de trabajar que es productivo y de mucho porvenir… -¿Cuál es? –pregunté, abriendo los ojos cuanto pude. –Escribir. – ¿Cómo, escribir? –Sí, escribir en un periódico; ser periodista.”
Como es de esperarse al inicio Juan se negó, no olvidemos que Juan en la anterior novela de esta historia había fungido como escribiente en la oficina particular del Gobernador, y, además de escribir muy bien, era de las personas más preparadas y leídas, pero por la misma preparación Juan pensaba lo siguiente:
“–Pero, aun suponiendo que yo supiera escribir, me faltaban los conocimientos necesarios para tratar los variados temas de un periódico. Sabás respondió: – ¿Pues qué dirá usted de mí? Y sin embargo me gano la vida escribiendo. – ¿Usted? –exclamé asombrado. Imposible para mí es muy difícil. La brillante respuesta del gran periodista fue esta: -Lo mismo creía yo antes de hacerlo. Al principio mucho miedo, mucho escribir y tachar, y volver a escribir; pero cogiéndole el modo y tomando confianza, vemos que es muy sencillo el trabajo.
El periódico es gobiernista y nuestra regla es defender al gobierno, elogiar sus actos, aplaudir todas las disposiciones; y cuando la materia de estas es de esas muy enredadas que no se entienden, se escribe en términos generales. Por ejemplo, se trata de una ley sobre la deuda pública, que yo no entiendo, ni siquiera leo, porque es larguísima y cansada. Pues entonces digo que los beneficios de la ley son innegables, y que demuestran la clara inteligencia, profundo conocimientos y patrióticas mira del ministro del ramo; que ya se hacía indispensable esa ley para el sostenimiento del crédito nacional.”
La apremiante necesidad de trabajo que tenía Juan lo orilló a aceptar la propuesta de convertirse en escritor del periódico “La Columna del Estado”. Al inicio todo era muy cómodo e iba de maravilla, poco a poco irán apareciendo los demás personajes de esta historia que volverán a complicar la vida de Juan. Mateo Cabezudo de Diputado Local ahora será Diputado del Congreso General, éste hecho dará a Juan la oportunidad de ver nuevamente a su amada Remedios, Pepe Rojo se incorporará en el mismo periódico donde trabaja Juan, y los nuevos personajes importantes que se integran a esta gran historia es Pablo Albar y Gómez como Director del periódico y Jacinta hija de don Ambrosio Barbadillo quien se obsesionará sentimentalmente por Juan Quiñones.
En plenitud de la trama encontramos a un Juan Quiñones encumbrado como periodista, de momento una mala noticia llegó, “La Columna del Estado” iba a cerrarse porque el Gobierno le había quitado el apoyo, cuando ya Juan estaba casi despedido apareció el escritor Javier Escorroza y se asoció con Pablo Albar y Gómez para fundar un periódico independiente, crítico del Gobierno, autónomo en sus ideas y publicaciones, en la reunión de planeación Juan fue el que propuso el nuevo nombre del periódico y todos aprobaron que se llamará: “El Cuarto Poder”.
La fama de Juan cada vez era mayor, cuando Remedios llegó a la Capital, Felicia se encargó de reencontrar a ésta pareja que tanto se han amado, Juan ya con enorme influencia como periodista condicionó a sus jefes para que en “El Cuarto Poder”, no se publicara ningún halago sobre el farsante y autoritario Diputado Mateo Cabezudo, éste ejercerá todo su poder contra Juan Quiñones, Remedios y Juan a escondidas se siguen amando, Jacinta hará todo lo posible por casarse con Juan, la historia completa sobre éste idílico amor continuará, por ahora concluiré el presente artículo platicándoles que:
“El Cuarto Poder vuelve a las ideas de La Columna del Estado, las cosas han cambiado, según dice el Director. El sobretiro se agotó anoche, y esta mañana muy temprano fue el señor Alba al Ministerio… -¡Pero esto es inaudito! –exclamé yo espantado. –No, señor –replicó Pepe con calmosa gravedad –esas son las oscilaciones de la opinión pública.”
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