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SinEmbargo/Agencia Informativa Conacyt

En México viven alrededor de 720 mil jóvenes y niños con discapacidad, de entre tres y 29 años de edad, según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Estos niños y jóvenes, por ley, tienen derecho a recibir una educación incluyente que se adecúe a sus condiciones de aprendizaje.

En este contexto, Veracruz surge como el primer estado en el país en incluir la enseñanza de la ciencia en la educación pública para niños con discapacidad mediante métodos vivenciales e indagatorios. Este modelo de enseñanza de las ciencias involucra a los estudiantes en el proceso de aprendizaje, permitiéndoles preguntar, observar, reflexionar y crear sus propias hipótesis acerca del funcionamiento del mundo que los rodea.

Esto fue posible gracias a la visión de los promotores del Programa de Aplicación de los Sistemas de Enseñanza Vivencial e Indagatoria de las Ciencias en Veracruz (Pasevic), quienes decidieron llevar el programa a las escuelas públicas de educación especial o Centros de Atención Múltiple (CAM). Para ello promovieron la adaptación de la guía de enseñanza vivencial de las ciencias Animales: de dos en dos, que permite a los niños con discapacidad aprender sobre el manejo y aprecio de los seres vivos.

 

Esta guía propone actividades con diferentes parejas de organismos para que los niños conozcan y comparen las características de los animales. Mediante el trabajo con la guía, los niños observan forma, color, comportamiento y hábitat, al mismo tiempo, gracias a la manipulación y el uso de diferentes materiales didácticos, ejercitan sus habilidades sensoriales y motrices.

Podría decirse que el objetivo es que los niños hagan anatomía comparada y aprendan de las características de los seres vivos y de sus propias características, comenta Blanca Estela Nava Bustos, coordinadora del Pasevic.

Y a pesar de que la manipulación de los organismos no es tan fácil para todos, los profesores y los alumnos disfrutan y aprenden con las actividades, afirma Norma Zamudio Gómez, asesora técnico pedagógica de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).

“Los niños aprenden las características físicas de los animales, aprenden qué es lo que comen, qué necesitan para vivir, cómo es su hábitat, cómo construir un terrario, qué elementos mínimos debe tener un acuario para que el animalito viva. En el caso de los grillos y saltamontes, aprenden cuándo son sus periodos de reproducción, qué sonidos emiten y las partes que los componen. Es muy enriquecedor que puedan vivir de cerca la biología y desarrollar esas habilidades”, comenta Norma Zamudio.

Profesores de Pasevic. Foto: Conacyt

UN MANUAL INCLUYENTE

El primer intento por enseñar ciencias en educación especial mediante un método indagatorio consistió en aplicar la guía Animales: de dos en dos, diseñada para educación regular, con los alumnos con discapacidad.

Pero los CAM trabajan indistintamente con niños que presentan discapacidad intelectual, síndrome de Down, trastornos del espectro autista, discapacidad múltiple, discapacidad motora, discapacidad visual y discapacidad auditiva; y los profesores notaron que era necesario hacer adecuaciones a las actividades para que los estudiantes pudieran realizarlas.

“Más que nada, las actividades de las guías para educación regular están diseñadas para las personas que podemos leer, escuchar y ver bien. Nosotros tenemos alumnos que son débiles visuales, ciegos, sordos, mudos. En ocasiones nuestros alumnos no pueden realizar todos los procedimientos como están establecidos. Algunos tienen discapacidad múltiple, por ejemplo, no les puedes pedir recortar si no les brindas los apoyos. De allí nace la necesidad de adecuar los materiales”, explica Norma Zamudio.

ACTIVIDADES PARA TODO TIPO DE DISCAPACIDAD

En un principio, el reto fue sentarse a leer detenidamente cada actividad y pensar en qué adecuación requería para que cada niño, según su capacidad, pudiera realizarla, explica una docente del CAM, María Enriqueta Camarillo, ubicado en el municipio de Teocelo.

“Porque las actividades estaban muy bonitas allí plasmadas, y claro que los niños en escuelas primarias regulares lo iban a captar prácticamente al instante, pero esa misma actividad, ¿cómo se la íbamos a presentar al débil visual, cómo se la vamos a presentar al ciego, cómo se la vamos a presentar al motor, cómo se la vamos a presentar al intelectual?”.

Y así fue como las modificaciones necesarias fueron hechas por personal técnico pedagógico especializado y, después de realizar los pilotajes correspondientes en los CAM, se elaboró el material que ahora se utiliza en las escuelas de educación especial que trabajan con el programa Pasevic.

MANIPULAR SIN LASTIMAR

Una de las primeras adaptaciones que se tuvieron que hacer al manual fue la inclusión de actividades que preparan a los niños para manejar a los animales adecuadamente. Pues el control motriz fino de los alumnos en ocasiones está determinado por el tipo de discapacidad que tienen, explica la asesora técnico pedagógica.

“Para irlos introduciendo al manejo de los organismos, diseñamos actividades previas. Por ejemplo, para el caso de las lombrices, trabajamos con espaguetis. Así, ellos van aprendiendo a manipularlas sin dañarlas, a medir su fuerza. Posteriormente, trabajamos con gomitas, para identificar textura, grosor, todo lo necesario para lograr manipular los organismos sin matarlos”.

Esta parte del manejo de los animales es esencial, pues la guía presenta un enfoque multisensorial, en donde los alumnos se apropian del conocimiento a través de sus sentidos. Así, mediante la estimulación del oído, el olfato, el tacto, van conociendo y desarrollando sus propias habilidades motrices. Incluso a través de la imitación de los movimientos de los organismos con los que trabajan, los niños van encontrando similitudes y explorando sus propios movimientos, comenta Norma Zamudio.

Trabajando con niños del CAM de Jalapa. Foto: Conacyt

RETOS Y VENEFICIOS DEL MÉTODO VIVENCIAL

“Este método también nos dio la posibilidad de que las mamás comenzaran a dejar a los niños experimentar cosas nuevas. Por ejemplo, tuvimos una experiencia, que me gusta mucho, con una niña y las lombrices, en donde la mamá preguntaba cómo era posible que dejáramos que agarraran esos bichos que son riesgo de parásitos o de infección. Y, sin embargo, esa niña con situación motora, al tener la lombriz en la mano, además de conocerla, disfrutaba la sensación de tenerla en su mano”, narra Rosa Olivia Pozos Vásquez, directora del CAM Teocelo.

Tanto Rosa Pozos como Norma Zamudio han observado que con Pasevic, las ciencias naturales dejan de estar en segundo término y se vuelven una de las asignaturas que más disfrutan los alumnos, pues tocar, preguntar y explorar, son actividades que dejan huella en los niños. Aunque aceptan que aprender una metodología nueva, en donde es necesario “meter las manos en la masa”, lleva trabajo.

“Como en todo, al principio, algunos tenemos cierta resistencia. Hay a quienes les fascina manipular los organismos y otros que no les gusta, o que nunca han tocado en su vida una lombriz. Por eso lo primero es sensibilizar al docente y hacerle ver que no pasa nada, que estos organismos son inofensivos y que podemos aprender de ellos en vivo y a todo color, no nada más a través de libros o fotografías”, opina Norma Zamudio.

MAESTROS PASEVIC

Uno de los pilares de la metodología vivencial e indagatoria es el profesor. Pues para verdaderamente trabajar de manera indagatoria, los profesores deben comprender la importancia de cuestionar, de que los niños hagan muchas preguntas. Además deben comprender que no se trata de siempre saber las respuestas a todas esas preguntas, sino de ir descubriendo e investigando entre todos, maestros y alumnos, qué es lo que sucede con el fenómeno que estamos observando, explica Blanca Nava.

Por ello, para que una escuela adopte la metodología Pasevic, sus profesores primero deben pasar por un sólido proceso de capacitación. Durante esta etapa, los maestros viven la metodología, desarrollan cada lección, manipulan, realizan los experimentos, hacen preguntas y resuelven sus dudas sobre el tema.

“Cuando los maestros descubren el método, les encanta. Al principio no es tan sencillo, pues estamos muy acostumbrados a que tenemos que saber, a que hay una sola respuesta y tenemos que conocerla sin equivocarnos, a la primera, incluso cuando ellos se están capacitando, porque quieren las respuestas ya, al momento, y se las piden a quienes están como capacitadores. En Pasevic no hay una sola respuesta, y es eso lo que los maestros aprecian mucho”.

Otro aspecto que los profesores valoran es la facilidad con que Pasevic incorpora todas las materias del currículo, pues los proyectos favorecen el español, las matemáticas, las ciencias naturales y el trabajo colaborativo, detalla la coordinadora del programa.

Niños del CAM Teocelo. Foto: Conacyt

METODOLOGÍA INDAGATORIA PARA NIÑOS CON DISCAPACIDAD 

La metodología Pasevic busca que los niños construyan, experimenten y disfruten en la obtención de conocimiento. Para ello, el primer paso del método de trabajo es promover el interés en los alumnos. Esto se logra mediante la recuperación de conocimientos previos, que resalta el hecho de que los niños no son una pizarra en blanco y que seguramente ya tienen experiencias, ideas y vínculos con el tema que se tratará.

Después de este primer paso viene la etapa indagatoria, donde los niños se preguntan qué más quieren saber sobre el tema que están analizando; para de allí pasar a observar y percibir, etapa en la que los niños experimentan, a través de los sentidos, aprenden sobre las características físicas de los seres vivos y además desarrollan sus propias capacidades motrices, visuales y auditivas.

A partir de la experiencia, los niños recuperan los nuevos aprendizajes y los exponen entre todos utilizando medios gráficos, corporales y demás propuestas didácticas. Esta etapa se aprovecha para que los alumnos aprendan nuevo vocabulario o diferentes formas de expresar conocimientos y emociones.

Al final, los niños no solo aprendieron del cuidado, el uso y la importancia de la conservación de los seres vivos, además experimentaron diferentes circunstancias de aprendizaje que los acercan a la manera en que los investigadores producen ciencia, detalla Blanca Nava.

TRABAJO EN CONJUNTO CON CIENTÍFICOS 

La guía Animales: de dos en dos no solo se adecuó a las necesidades de los alumnos con discapacidad, además se trabajó por que el material respondiera a las condiciones de la región y de las escuelas.

Ese es el caso de la unidad de “Grillos y saltamontes”, señala Blanca Nava, quien detalla que esta sección se elaboró en colaboración con ecólogos del Instituto de Ecología (Inecol), quienes trabajaron para seleccionar organismos a los que los profesores tuvieran fácil acceso.

“Las adecuaciones han sido muy importantes y hacer equipos colaborativos con pedagogos, docentes y científicos es una de las cosas que considero más valiosas del proyecto Pasevic”, opina la coordinadora.

Blanca Nava afirma que Pasevic cuenta con colaboradores muy entusiastas y que tanto profesores como investigadores han estado trabajando por entender que los unos sin los otros no podrían funcionar, pues todos aportan elementos importantes. Los maestros sienten el apoyo de los científicos para llevar información verídica a sus alumnos y los investigadores aprecian el esfuerzo por llevar la ciencia a las aulas.

IMPORTANCIA DE LLEVAR LA CIENCIA EN EDUCACIÓN ESPECIAL

Para Norma Zamudio, la educación debe trabajar bajo un enfoque inclusivo, que denote la igualdad de derechos entre los ciudadanos, quienes merecen una educación de calidad. Y considera que, sin importar su condición física o discapacidad, el aprendizaje debe estar abierto para todos.

“Gracias a Pasevic nació la visión de que no solo los niños de educación regular tienen la capacidad de aprender y hacer ciencia. También los niños de educación especial pueden desarrollar estas habilidades. El programa nos dio la pauta para que en Veracruz fuéramos los pioneros en el trabajo vivencial e indagatorio en la educación especial”, concluye la asesora técnico pedagógica de la SEV.