Es ineludible comentar los primeros pasos electorales que se están dando de cara a la renovación de los Ayuntamientos en los 212 municipios veracruzanos, desde la óptica ciudadana, el análisis político y el interés partidista; debo incluir las candidaturas independientes aunque no son todavía muy visibles. Es evidente que en la generalidad de los partidos políticos se ha acentuado el control copular, dejando en pocas manos, a veces en una sola persona, la toma de decisiones sobre las candidaturas. Desde luego qué hay diferencias y matices entre ellos, con posturas extremas que van desde la realización de encuestas hasta simples dedazo. De la mayoría no se esperaba algo distinto, desde hace mucho tiempo son estructuras membretarias dirigidas con métodos centralistas. Tal vez los únicos o más sorprendidos son los miembros de Morena, al ver que, sin tomarlos en cuenta, formalmente un grupo de notables desde la Ciudad de México, decidió sobre las candidaturas; su ruidoso descontento tiene que ver con las expectativas que les despertaron haciéndoles creer que su partido, por llamarlo de alguna manera, era democrático; su entrada a la política real, donde se juegan intereses concretos y sus fines justifican sus medios, es hasta cruel y los desestabiliza. Hay otro rasgo muy consolidado en los partidos políticos, se trata del intercambio de aspirantes entre ellos, es decir, los brincos de un partido a otro de los precandidatos; cada vez es más común esa práctica, se da en todas las organizaciones políticas y las hace meros registros legales con fines electorales.

En Xalapa, se va aclarando el panorama sucesorio lentamente, algunos partidos ya decidieron sus candidaturas principales, otros no tardan mucho en hacerlo. Hay de todo desde ahora, aunque haya que esperar un par de semanas para tener el cuadro completo. Más o menos los que suenan tienen un regular perfil y orígenes diversos, ricos en experiencias. Por la elección que se trata es muy importante la persona que se postule, dado que los electores se fijan en su trayectoria y capacidad. Los partidos cuentan, desde luego, pero no son todo, sobre todo en una elección que no está condicionada por alguna otra como ocurre en las de Gobernador y Presidente. Ahora sí, ya no bastará una vaca para que cualquiera gane. Es elemental contar con agenda municipal y xalapeña, con diagnósticos concretos y soluciones concretas, viables y participativas. Ese es el reto para su búsqueda de sufragios, teniendo que definirse y comprometerse quienes aspiren a gobernarnos; no bastan, más bien son prescindibles, las generalidades, las ocurrencias o las consignas de alcance nacional. Es previsible que la disputa por la mayoría se de entre la alianza «contigo, el cambio sigue» (PAN- PRD) y Morena, con resultados de pronóstico reservado, sin menospreciar los afanes legítimos de otros aspirantes que, por sí mismos, son personas valiosas pero que no contarán con las estructuras fuertes, los recursos y el impulso de los partidos que los respaldan.

La crisis política nacional enmarca esta próxima elección municipal, esto es, la debilidad de las instituciones, la violencia, la partidocracia, el desencanto con la democracia, las alternancias emproblemadas, la devaluación del voto, etc.. Es notable que los partidos en general se olvidaron de la gente, de sus necesidades e intereses; retórica aparte, las menciones a las personas son de algún discurso o en la escenografía que sirve a la oratoria vetusta y vanidosa. Si no se toma en cuenta a la afiliados para decidir se está desnaturalizando a los partidos, dejando de jugar su papel en la organización y representación de las demandas sociales y mecanismo de acceso al poder para la colectividad; en ese sentido, se atrofian esos canales de expresión y resultan absolutamente inútiles. La credibilidad partidista rueda por los suelos y se coloca en la incongruencia al eludir a sus bases, si no los toma en cuenta tampoco puede asegurarle nada a la ciudadanía. Descartada cualquier virtud en los partidos, emparejados en métodos, queda el escrutinio ciudadano respecto del perfil de sus candidaturas, enfocando su trayectoria, sus cualidades y aportes a la comunidad. De por sí, este tipo de elecciones le dan una gran relevancia a las personas como candidatos; ahora será mayor el peso del perfil de los aspirantes a la hora de ganarse la voluntad popular. Si hay quien piensa que las próximas elecciones son un paseo color de rosa, avísenle que vive en el error y que su despertar puede ser muy duro.

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Recadito: Bienvenida a la real política a los compañeros de Morena, solo su convicción les evitará un muy previsible y amargo desengaño.