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Excélsior

Celebran y rescatan la obra del narrador, ensayista y periodista Victoriano Salado Álvarez (1867-1931), colaborador de Excélsior entre 1923 y 1929, que a 150 años de su nacimiento será recuperado y celebrado por instituciones como la UNAM y la Academia Mexicana de la Lengua (AML), por ser considerado uno de los grandes narradores de su tiempo que sobrevivió al olvido, con una obra literaria y periodística llena de ingenio y sarcasmo.

Las celebraciones iniciarán hoy, a las 10:00 horas, durante el arranque del coloquio Cien años de Cultura y Letras en Excélsior, en el Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL), donde Alejandro S. Shuttera lo recordará como un “autor-época” que se convirtió en una ventana privilegiada para entender el ambiente literario, la historia y la cultura mexicana de fines del siglo XIX y principios del XX.

Esta reflexión corresponde al propio Shuttera, quien comenta en entrevista que Salado Álvarez es una figura literaria altamente reconocida en su tiempo, que polemizó con varios autores tan consagrados de nuestras letras como Amado Nervo, Bernardo Couto, José Juan Tablada, Salvador Díaz Mirón, Alfonso Reyes y Mariano Azuela, entre otros, a pesar de lo cual “siempre fue considerado–incluso por ellos– una figura de gran autoridad, cuya obra mereció los comentarios más elogiosos”.

Esto ha hecho que Jacinta Ruiz, bisnieta de Victoriano Salado Álvarez, impulse una serie de homenajes para celebrar al autor de Tiempo viejo, tiempo nuevo, Episodios nacionales mexicanos y Obras I. Narrativa breve, que hoy coinciden con el centenario de la creación de El Periódico de la Vida Nacional.

Otro de los más importantes homenajes lo llevará a cabo la Academia Mexicana de la Lengua (AML), detalla Jacinta Ruiz, que realizará una ceremonia de honor con los comentarios de los escritores y académicos Felipe Garrido y Vicente Quirarte, agendada para el 14 de septiembre en el Centro Cultural Casa Lamm.

Le seguirá la lectura de algunos fragmentos de su obra en el programa radiofónico que la AML tiene en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER), además de unas jornadas académicas en la UNAM para el 20 de septiembre, la publicación del libro Obras II. Diálogos y escenas y un homenaje más en su natal Teocaltiche, Guadalajara.

Pero lo que Jacinta Ruiz quiere para esta serie de homenajes es que no se recuerde al personaje, sino a su obra. “Porque los homenajes no están concentrados en él, sino en su obra, que como la de muchos otros escritores fue puesta en el olvido y que en el futuro podría ser compendiada en 12 volúmenes”.

Pero lo más sorprendente de esta historia, añade, “es que lo imaginaba como un desconocido en el panorama literario. Pero a cada paso que doy… me muestra que es conocido y apreciado; quizá no fue mediático, pero es muy conocido por su estilo ingenioso, divertido, sarcástico y vigente, lo cual le ocasionó problemas con el gobierno de su tiempo”.

Un ejemplo muy simple de todo esto, añade la bisnieta del narrador y periodista, se puede encontrar en su discurso de ingreso a la AML, titulado México peregrino, dedicado a la supervivencia del idioma español en Estados Unidos… ¿Señor Donald Trump? Esto nos muestra que Victoriano Salado no ha muerto”.

autor y polemista

Para Alejandro S. Shuttera, en la obra de Salado Álvarez atraviesan el romanticismo, el realismo, el modernismo, el estridentismo y el nacionalismo, “y una innegable aportación al estudio de los géneros literarios, dado que cultivó con profundidad la narrativa breve, la novela histórica, la crítica literaria, el artículo de costumbres, el diálogo… lo que convirtió a Salado Álvarez en el modelo del escritor de alta cultura del siglo XIX, un polígrafo altamente ilustrado y calificado en las más diversas materias.

“Recordemos que Salado Álvarez escribió lo mismo literatura que historia, filología y lingüística, que geografía, diplomacia, filosofía, política y otras ramas humanísticas, así que es un autor importante con una vasta obra literaria que permanece inédita o dispersa en las páginas de Excélsior”.

¿Cómo es que este autor fue borrado del mapa literario?, se le inquiere al investigador. “Bueno, Salado Álvarez fue un escritor –como lo llamó José Luis Martínez– del “antiguo régimen”, lo que hizo patente en sus escritos en materia política. Sin embargo, su congruencia personal, el gran apego a sus principios y su condición de polemista, lo llevaron a enemistarse profundamente con los ostentadores de los nuevos poderes políticos y culturales del México postrevolucionario”.

Hay que señalar que entre las figuras con las que se enemistó se encontraban líderes como: Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles; e intelectuales como José Vasconcelos, Isidro Fabela, Luis Cabrera, entre otros, lo que le provocó que viviera exiliado de la vida cotidiana y del panorama de las letras mexicanas.

¿En qué época de Excélsior publicó? “Salado Álvarez publicó en Excélsior casi inmediatamente a la vuelta de su primer exilio, esto es, a mitad de 1923, y su colaboración se extendió hasta 1928-29, sin dejar de lado un periodo intermitente a partir de finales de 1927”.

Pero sí puede ubicarse un periodo “de esplendor” en las páginas Excélsior entre 1924 y 1927, durante el que estuvo contratado como editorialista a razón de tres entregas semanales. Dos de éstas fueron columnas publicadas con seudónimos: Al margen de la historia y Minucias de lenguaje, en las que trataba respectivamente temas de historia y de lingüística; y una tercera con su firma donde abordó temas de curiosidad cultural, crítica literaria y sobre todo crítica periodística-política”.