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La Jornada

La relación bilateral de México con Estados Unidos está en “un momento crítico… pero no en crisis” y si no se toman “acciones apropiadas” las cosas podrían cambiar de manera fundamental, afirmó el embajador de México en Washington Gerónimo Gutiérrez.

En sus primeros comentarios como embajador aquí sobre los retos que enfrenta la relación bilateral, Gutierrez consideró que después de unas tres décadas de una relación basada sobre acuerdos de cooperación económica, comercial y seguridad, hoy enfrenta un momento que calificó como “el primer desacuerdo fuerte pos-TLC” entre ambos países.

En un foro, “Relaciones Estados Unidos-Mexico y el gobierno de Trump”, en el Centro Woodrow Wilson, Gutiérrez indicó que la relación se ha basado sobre un par de líneas durante los últimos 30 años: la relación abierta de comercio e inversión y que siempre es mejor hablar y “cooperar en lugar de hacer señalamientos”. Insistió en que esta relación evolucionó de una de “vecinos distantes a una de socios”.

México estuvo “al centro y al frente” del debate electoral tal vez por primera vez en la historia reciente de Estados Unidos, y esto sigue en los primeros días del nuevo gobierno de Donald Trump. Consideró que en la coyuntura actual hay varios factores, incluyendo una “mala interpretación” de la relación con México tanto dentro del gobierno de Trump como en diversos sectores y regiones de este país, y un peligro de que mientras se intensifica una retórica anti-mexicana en Estados Unidos, esto también nutre “un sentimiento anti-estadunidense en Mexico… el cual ha sido mitigado durante los últimos años”.

Aconsejó que “tenemos que bajarle el volumen a la retórica política en ambos lados”, y opinó que sí, con “la cabeza fría” y sobre “principios”, la coyuntura ofrece “oportunidades”. “Si logramos superar este momento, tendremos una relación más madura”, subrayó. Aunque podrá haber diferencias, éstas deben abordarse “como socios”.

Por lo tanto, Gutierrez expresó la disposición de renegociar el TLC, y actualizar algunos de sus aspectos después de 23 años. A la vez, afirmó que la reforma energética -lo cual dijo era impensable hace unos años, también “cambia el juego”, y permite abordar la posibilidad de impulsar una “seguridad energética más amplia”.

Concluyó que el gobierno de Trump apenas se está conformando, y en las primeras reuniones bilaterales “estamos hablando abiertamente de las diferencias”, aclarando posiciones y identificando contrapartes. Son reuniones “iniciales”, y esperar resultados inmediatos es prematuro, afirmó.