“Las balas del odio, del rencor y de la cobardía, interrumpieron la vida de Luis Donaldo; dieron fin abrupto a su existencia…pero, no a las ideas por las que luchó”.

Diana Laura Riojas Vda. De Colosio (1994)

¿Qué es la ideología política de un partido? Pues, de manera muy sencilla se podría definir como el cúmulo de referentes, pensamientos históricos, ideales, bases éticas, doctrinas, símbolos, etc., que se convierten en principios ideológicos y valores de un partido político y que dan forma y rumbo a la actuación de sus integrantes, pretendiendo trasmitirse de generación en generación.

Estos referentes sirven como base para dos objetivos principales: 1) para que la actuación de los individuos que participan en un partido político sea congruente y su misión tenga rumbo en el ejercicio de la política y sus instituciones, se promueva la participación de los militantes en el respeto y la pluralidad de ideas y se postulen a hombres y mujeres de bien en los cargos de representación y, 2) para hacer que esos valores políticos de partido, den forma a una actuación ética en la misión de gobierno, para que sus actores cumplan de manera irrestricta con la obligación de depositar su esfuerzo al servicio de la comunidad –cualquiera que sea el ámbito de competencia–, pugnando por la solución de sus problemas y necesidades y garantizando el bienestar del conjunto, por sobre el bienestar individual.

Tales valores, cuando se acatan en un partido político son de invaluable utilidad porque se convierten en inspiración de sus dirigentes e integrantes, y en el caso del Partido Revolucionario Institucional los posee desde su origen y están plasmados en sus documentos básicos: a) Declaración de Principios, b) Programas de Acción, c) Código de ética y d) Estatutos, como preceptos a hacer cumplir desde el momento que se acepta la pertenencia al mismo y también plasmados en las ideas de grandes políticos y políticas, que han dado prestigio con sus aportaciones , en el pasado y en el presente, a esta institución política.

Y una figura que los priistas tienen presente siempre por lo mucho que representó y continua representando, es sin duda: Luis Donaldo Colosio Murrieta, ideólogo y político que con esa extraordinaria visión que le caracterizó, en el decir y actuar, constituyó la “Fundación Mexicana Cambio XXI”, siendo Presidente del PRI en 1991. Recordando ese hecho hoy como un tributo a su memoria a 23 años de su muerte.

Decía Luis Donaldo, en la instalación del primer Consejo Directivo de la Fundación el 14 de mayo de 1991:

“Ha llegado el momento de ampliar nuestro diálogo con la sociedad, y de aumentar en ella nuestra presencia. Tenemos el firme compromiso de ser un nuevo Partido, para una nueva política de profundas raíces sociales, que se exprese en buenos programas y en buenos gobiernos. Una política que atienda las exigencias de hoy, pero que abra los horizontes del mañana. Una política que se convierta en ética de la responsabilidad pública”

Y en esos conceptos quedó plasmada la visión y misión de la Fundación, que al constituirse, retomaba lo avanzado ya por sus dos antecedentes: El Centro de Estudios políticos y sociales (CEPES) –creado en la década de los 70–, y el Instituto de Estudios Políticos y Sociales (IEPES) que operara de 1976 a 1991. Posteriormente se enriquece tomando el nombre de “Fundación Mexicana Cambio XXI” naciendo el 14 de mayo de 1991[1].

Pero a la muerte de Luis Donaldo, en Mayo de 1994 con la anuencia de Diana Laura Riojas Vda. de Colosio, la Asamblea General de Fundación Mexicana aprueba cambiar su denominación a “Fundación Mexicana Cambio XXI Luis Donaldo Colosio” y posteriormente, el 28 de abril de 1996, se realiza otra modificación para quedar registrada como “Fundación Colosio”, nombre que conserva hasta la fecha.

La Fundación quedó pues, como su legado y como dijera Colosio:

“Precisamente porque el Partido Revolucionario Institucional quiere una política de calidad es que concibió el proyecto de una Fundación dedicada a la investigación económica, social y política…al análisis de las distintas dinámicas de transformación del país, de los nuevos movimientos y los nuevos actores. Una institución dedicada a pensar en el futuro, una institución que promueva la cultura y la autocrítica. Una nueva cultura política, el diálogo y la discusión de las alternativas”…La fundación ha de conciliar la vocación del poder de nuestro partido con las exigencias del conocimiento y la cultura. Al unir la capacidad de decisión con el análisis serio y la discusión de las propuestas, el Partido Revolucionario Institucional, se fortalece como defensor del interés público”.

Y mucho ha tenido que ver quienes la han dirigido a través de estas décadas, pues de ello ha dependido, que en cada etapa se le haya dado el verdadero sentido a su función, de ahí la importancia de quienes han presidido su Consejo Directivo Nacional. En orden cronológico han sido:

  1. Con el nombre de “Cambio XXI Fundación Mexicana”, Dr. Mariano Palacios Alcocer, Lic. José Francisco Ruiz Massieu, Dr. José Narro Robles, Dr. Luis F. Aguilar Villanueva (con este último cambia a Fundación Mexicana Cambio XXI Luis Donaldo Colosio, A. C. el 23 de mayo de 1994).
  2. Como “Cambio XXI Fundación Mexicana Luis Donaldo Colosio”: Lic. Enrique Jackson Ramírez y Dr. Agustín Basave Benítez, (con este último cambia a “Fundación Colosio AC” en 1996)
  3. Como “Fundación Colosio , AC :Dra. Rosario Green Macías, Lic. Oscar López Velarde Vega, Lic, Sabino Bastidas Colinas, Lic. Rodolfo Echeverría Ruíz, Lic. Beatriz Paredes Rangel, C.P. Francisco Rojas Gutiérrez, Lic. Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Dr. César Camacho Quiroz, Adrián Gallardo Landeros, Dra. Luz Ma. De la Mora Sánchez y actualmente José Murat Casab.

Luis Donaldo siempre afirmó que la mística de su partido estaba en su ideario y ello lo plasmó en un decálogo que propusiera en 1991, y que hoy merece ser recordado pues exhibe los valores fundamentales de su partido y la misión que le tocaba hacer en su presente y futuro:

  • Un nuevo partido, el partido de las tareas actuales de la Revolución Mexicana, el partido que contribuye a la democracia, el partido de las libertades, de la justicia social y de la soberanía. De esta manera refrendamos nuestros valores y actualizamos sus exigencias de acuerdo con las demandas y potencialidades de la sociedad de hoy.
  • Un partido de hombres y mujeres que de frente a la Nación actuamos de buena fe; un partido de la sociedad, un partido de la iniciativa social que recoja y represente los intereses de la comunidad; que impulse la nueva organización para la solidaridad.
  • Un partido plural, abierto, con derecho y respeto a la crítica.
  • Un partido con dirección colectiva, de grupos de opinión, de convocatoria amplia, con voz y con iniciativa propia.
  • Un partido con una nueva relación de absoluto respeto con el gobierno. Así reformamos nuestra organización.
  • Un partido para la democracia territorial, descentralizando con intensa vida política en el municipio sus acciones.
  • Un partido políticamente competitivo, un partido con reglas claras para hacer valer la auténticamente carrera de partido y la militancia para la participación y la competencia interna.
  • Un partido de cuadros políticos competentes con candidatos, dirigentes, que nos ganemos el respeto con el trabajo, la perseverancia y el tesón. El respaldo del partido lo tenemos que buscar en la sociedad misma.
  • Un partido transparente en sus finanzas y con cuentas claras. Así atendemos a las demandas y exigencias de autonomía.
  • Un partido, en síntesis de ideas, de proyectos, de acción política, comprometido con la verdad y el rigor en los argumentos con interlocución abierta y con amplia difusión.

 

Estas bases, si las reconsideraran los priistas, les sería de gran utilidad. Les obligaría a reconocer sus fallas y a ajustarse al rigor de una actuación ética y de respeto a las siglas, les exigiría ser portavoces de la verdad y honestidad frente a la comunidad a la cual se sirve. A ser honestos consigo mismo y con los demás.

Luis Donaldo que amaba profundamente a su partido, quiso dejarle al PRI el espacio donde se coadyuvara a la cultura política, al desarrollo de investigaciones que sirvieran como base, no solo para la construcción de las plataformas como oferta política de sus candidatos y representantes popular, sino para abonar a la cultura social, sembrando valores, los cuales pudieran servir de base a la actuación de los políticos del presente y del futuro.

Por eso para Luis Donaldo, la política que fue una de sus grandes pasiones, la concebía siempre como un juego ético de  ideales; ideales que definían esa mística en la que él creía, por eso su muerte solo segó su existencia—como refiriera Diana Laura su compañera de vida–, pero no los pensamientos que defendía y dejó La “Fundación Colosio”, para trascender hacia la posteridad.

Por eso cuando observo a los nuevos partidos en el presente, poco serios, que no poseen normas, sin bases históricas ni rumbo, carentes de respeto a su militancia porque las únicas ideas que son útiles son las de su líder, que se manejan como “tribus” enviados a la confrontación y no a la generación de ideas, que confunden los valores con sus frustraciones y resentimientos, que la democracia interna la reducen a una “tómbola” y cuya actuación de sus representantes se finca en la crítica sin sustento y en un ínfimo nivel en el debate, me deja claro que su existencia será efímera, porque son partidos que tarde o temprano generarán injusticia, desorden y desaliento político hacia el interior de su institución, como al exterior de la misma.

La política, hoy se debe manejar con altura y calidad en las ideas y no basados en pensamientos que generan violencia y encono, y eso obliga a los partidos a reconocer diferencias y deficiencias con toda humildad y a retomar el camino y el sendero esta allanado para aquellos que rescaten sus valores y se empeñen a la búsqueda de la autorrealización política y…el PRI tiene en su instancia rectora, la “Fundación Colosio”, el arma para el fomento de la cultura democrática, la divulgación ideológica y la contribución al desarrollo de la Nación.

Gracias y hasta la próxima

[1] Los fundadores de “Cambio XXI Fundación Mexicana”, en Mayo de 1991, según consta en el Acta Constitutiva fueron: Manuel Villafuerte Mijangos, Enrique Soto Izquierdo, Luis Aguilar Villanueva, Roberta Lajous, Luis Ángeles, Agustín Basave, José Antonio Carranza Palacios, Jaime Cárdenas Gracia, Salvador Cosío Gaona, Ángeles González Gamio, Jorge Hernández Campos, Esteban Moctezuma Barragán, Cesáreo Morales, Leones Pérez Nieto Castro, Juan Rebolledo Gout, Rafael Segovia Canosa, Carlos Sirvent, Raúl Castellanos Hernández, Bernardo González Mora, Antonio González Kuri, Sergio Martínez Chavarria, José Luis Stein Velasco, Manuel Villa Aguilera, Gilberto Borja Navarrete, Jorge Kahwagi Gastine, Julieta Guevara, Jaime Castrejón Diez, Marco Antonio León Hernández, Miguel Ángel Porrúa, Mariano Lemus Gas, Alfonso Ramírez Lavín, Cristina Alcayaga de Ruíz de Velasco, Augusto Isla Estrada, Braulio Guerra Malo y María de los Ángeles Moreno Uriegas.