Fuente:
La Silla Rota

Lionel Messi dejo de ser por un instante el astro planetario de multitudes, el capitán de la Selección contrariado que los primeros planos de la tele mostraron emocionado y amable, dispuesto a regalarle unos minutos de alegría de esos que nunca se olvidan al jovencito que tenía enfrente y que a falta de palabra, le agradeció con la mirada u todos los sentidos que compartieran esa ceremonia de ternura y complicidad.

Nicolás Marasco es un joven que tiene parálisis cerebral de nacimiento que le impide caminar y hablar.

Marisa Mariani, su mamá indicó que “él entiende todo “, para ayudar a su hijo a cumplir uno e sus sueños escribió una carta que se publicó en el diario El Clarín, junto con una serie de fotos en las que siempre mostraba a Messi.

En una de las líneas de la carta escribió: “Hola, Lio, nos gustaría conocerte”, de inmediato el futbolista grabó un video que les hizo llegar, donde le decía que pronto se conocerían.

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Ese “algún día” fue ayer a la tarde, en el predio de la AFA en Ezeiza, mientras el sol del otoño resurgía con la fuerza de un verano que resiste su retirada.

Nico, se emocionó al ver cuando del otro lado de la sala apareció Messi de carne y hueso, recién duchado y peinado luego de la práctica sabatina de la Selección, se acercó y le dijo “¿Te bancaste mucha espera?”

“Te voy a regalar una camiseta de la Selección y una pelota, ¿te parece?”, preguntó Messi con una sonrisa al tiempo que recibía la respuesta en la mirada de Nico. “Para Nico, con mucho cariño”, estampó en el pecho de la casaca albiceleste.

Después, con una sonrisa, el crack se tomó fotos que la familia Mariani compartió con el diario,. Allí estaban por fin los tres: Messi, Nico y “Lio”, el peluche. “Algún día nos vamos a encontrar los tres”, le había prometido el ídolo. Fue ayer. Hay sueños que se cumplen y no se olvidan más. ¡Feliz cumpleaños, Nico!