Entiendo y comparto la indignación de la familia, periodistas y de toda la sociedad por el artero ataque en contra de mi amigo Armando Arrieta Granados.
Al enterarme de los hechos me trasladé a Poza Rica para establecer contacto con la familia y con los médicos que le atendieron de urgencia, quienes después de valorar su condición decidieron que fuera trasladado a la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS en la Ciudad de Veracruz, donde ahora se encuentra recibiendo atención.
La Fiscalía General del Estado ha iniciado ya las investigaciones correspondientes para sancionar a los responsables de este cobarde atentado que no debe quedar impune.
Respeto plenamente la libertad de expresión y el ejercicio profesional del periodismo. Me encuentro sumamente preocupado por los hechos recientes en contra de comunicadores.
He solicitado nuevamente la intervención del Gobierno Federal para reforzar las medidas de seguridad en Veracruz; espero tener una respuesta positiva y oportuna.
