El gobierno del presidente Donald Trump buscaría modificaciones que en su mayoría podrían considerarse como “modestas” al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), apuntó el diario The Wall Street Journal (WSJ).
En una nota publicada en su versión electrónica, el diario asentó que de acuerdo con un borrador de reforma al TLCAN enviado por la oficina del representante comercial del gobierno federal al Congreso, “Estados Unidos mantendrá algunas de las disposiciones más controvertidas” del acuerdo.
Entre otras disposiciones, la reforma mantendría un panel de arbitraje que permite a los inversionistas de las tres naciones evitar los tribunales locales para resolver demandas civiles, pese a que los críticos de estos mecanismos opinan que afectan a la soberanía nacional.
El proyecto afirma que buscaría “mejorar los procedimientos para resolver disputas”, en lugar de eliminar los paneles de arbitraje por completo.
Estados Unidos tampoco usaría las renegociaciones del TLCAN para lidiar con las disputas sobre las políticas de moneda extranjera o para alcanzar metas numéricas en torno al déficit comercial bilateral, como algunos actores del sector comercial habían solicitado.
El diario aseveró que uno de los cambios de mayor alcance es la propuesta que pide que una nación que pertenece al TLCAN restablezca los aranceles en caso de una inundación de importaciones que causen “daño grave o amenazan con causar un daño grave” a las industrias nacionales.
El documento parece constituir un compromiso entre los deseos de los más agresivos consejeros comerciales de utilizar las renegociaciones del TLCAN como una forma de establecer una nueva agenda comercial y los moderados que impulsan un modelo tradicional de libre comercio.
El proyecto, que podría aún ser revisado, sería la base de una negociación que iniciaría 90 días después de que el gobierno de Trump notifique al Congreso sobre su intención de iniciar renegociaciones formales.
El diario aseguró que no está claro si Canadá y México estarían de acuerdo con los cambios que Estados Unidos busca.
Jeffrey Schott, académico del Instituto Peterson de Economía Internacional, un centro de estudio sobre el libre comercio, declaró que la medida que busca reimponer tarifas, conocida como “snapback” en la jerga comercial, fue también buscada por el expresidente Bill Clinton, y opuesta por México.
Una misiva que acompaña el borrador enviada a los miembros del Comité de Finanzas del Senado solicita que Estados Unidos debe buscar en su relación Canadá y México medidas para revisar el déficit comercial que mantiene con estos países aunque no propone ninguna medida concreta.
Asimismo, las llamadas reglas de origen, que se refieren al porcentaje de un producto que debe producirse en los países del TLCAN podrían modificarse para “apoyar la producción y el empleo en Estados Unidos”, aunque el texto no proporciona detalles.
Otro cambio sustancial podría surgir en la sección de compras gubernamentales del TLCAN. Ahora el gobierno debe considerar ofertas de los tres países mientras que el borrador sugiere que las compras se lleven a cabo de modo consistente con políticas que den preferencias a adquisiciones nacionales.
Esta cláusula podría abrir la puerta para las políticas de “Buy American” (compra lo estadunidense) impulsada por Trump. Comercios estadunidenses, por su parte, podrían perder también parte de sus ventas en México y Canadá.
Schott manifestó que varios de los objetivos de negociación propuestos hacen eco de las disposiciones de la Alianza Transpacífico (TPP), un pacto al que Trump se opuso de manera consistente en su campaña, de manera similar a su resistencia al TLCAN.
Entre estas reforma destacan protecciones del comercio digital, el endurecimiento de la propiedad intelectual y los requisitos para que empresas de propiedad estatal operen de manera comercial.
Las disposiciones laborales y ambientales propuestas del proyecto para reformar el TLCAN también recuerdan el TPP, dijo Schott.