Giovanni, un hombre de 73 años sufrió un infarto, y tras los intentos de los médicos de reanimarlo, cayó en coma en un hospital italiano.
Los médicos no le daban mucha esperanza a la hija del hombre, Deborah, ya que conforme fueron pasando los días, el estado de salud se iba deteriorando. Por esta razón, la mujer decidió llevar a Nancy, la perrita de su papá, para que pudiera despedirse de su dueño en caso de que sucediera lo peor.
Gracias a las políticas del hospital, Nancy pudo entrar a la habitación de su dueño sin ningún problema, donde la colocaron encima del hombre. De acuerdo a los médicos y Deborah, a raíz de esa visita, el cuerpo de Giovanni reaccionó y comenzó a mostrar cambios, como una sonrisa en su rostro.
Aunque el hombre no despertó por completo, sí ha dado signos de mejoría, por lo que ahora Deborah comenzará una campaña para que los hospitales permitan las visitas de mascotas a sus dueños.