El encuentro y el desencuentro, la renuncia y la añoranza, la necesidad y el temor, la belleza y el dolor acudieron desde la primera llamada al escenario para mostrar su influencia en las relaciones humanas, a través de la puesta en escena Jamás dejaré de mirar el mar.
La obra, dirigida por Mercedes Huerta y protagonizada por Alexandra Díaz Lucho y Marcos Íñigo Flores Rivera, forma parte del Festival de Teatro La Libertad, que se presenta en esta ciudad del 29 de abril al 6 de mayo, bajo la dirección general de Abraham Oceransky.
En la Sala Dagoberto Guillaumín, el público conoció la historia de dos conocidos-desconocidos, solitarios, abstraídos de la realidad, que se niegan a reconocer la pertenencia que han generado entre sí. La historia transcurre entre el parque y el mar, sueños y nostalgia por lo que pudo ser y no fue y el replegarse sobre sí frente al dolor.
La obra puede considerarse multidisciplinaria, pues incluye, además del trabajo histriónico, canto, dibujo, ejecución del violín y baile. Al final de la obra, de casi hora y media de duración, los jóvenes actores escucharon y respondieron las preguntas del público, con quienes compartieron su experiencia.
Jamás dejaré de mirar el mar corrió a cargo de la compañía Literateatro, cuya responsable es Javelin Martínez García. Este viernes 5 y sábado 6, en las últimas funciones del mismo festival, Nopal Dream presentará Tránsito 5, en el Teatro La Libertad, en Ignacio de la Llave 105.