El trece de mayo de 1917, un acontecimiento cambió la vida a tres niños pastores de Portugal, se iniciaron una serie de apariciones de la virgen María, que más tarde la iglesia católica apostólica y romana denominaría con la advocación de Fátima; las apariciones duraron cinco meses, hasta octubre del año antes referenciado. Fueron tres humildes pastorcitos quienes tuvieron el don y gracias de ver a la Virgen María: Lucila dos Santos, Francisco, Jacinta, respectivamente de 10, 9 y 6 años; estos dos últimos murieron pocos años después de las apariciones. Solamente Lucia dos Santos, llegó a la vida adulta, murió en 2005, a la edad de 98 años.
Las apariciones de Fátima, se dan justamente en los años de la primera guerra mundial que había comenzado en 1914, cambiando la geopolítica europea, y la caída de los grandes imperios como el ruso y de los Habsburgo. Particularmente también es esos años, el imperio ruso será testigo del triunfo de la primera revolución socialista bajo el liderazgo de Vladimir Erich Ulianov “Lenin. En cien años para principales profecías en Fátima están muy relacionadas a la historia de las naciones europeas, y fueron tres las principales, la segunda está vinculada sobre la segunda guerra mundial del 1 de septiembre de 1939 al 9 de mayo de 1945. Donde el mundo se disputó entre las naciones del eje: Alemania, Italia y Japón contra los aliados: Inglaterra, Francia, URSS y los Estados Unidos de Norteamérica. Dicha guerra tuvo un costo de 60 millones de muertos, entre ellos 6 millones de judíos murieron en el holocausto. La tercera profecía se conoció a finales del siglo XX, relacionado al atentado contra Su Santidad Juan Pablo II, el cual se realizó el 13 de mayo de 1981, en la Plaza de San Pedro.
Los acontecimientos de las apariciones de la Virgen María, en 1917, los tres niños tuvieron que pasar una serie de vejaciones por revelar el mensaje de la Virgen María desde las autoridades locales de Fátima, como las mismas autoridades de la iglesia. Finalmente el octubre miles de fieles fueron testigos de unas vibraciones del sol, señal que sirvió de garante de la comunicación de la Virgen María con los tres humildes niños pastorcillos.
Hay que recordar que la Iglesia Católica es muy cuidadosa para aceptar las apariciones marianas en el mundo: la del Pilar en Zaragoza, en el año 40, en México las apariciones de diciembre de 1531, la medalla milagrosa en 1830, luego en Lourdes en Francia, 1858. Hay miles de apariciones marianas en el mundo que no han sido aprobadas por las autoridades vaticanas.
El santuario de Fátima es una de referencias europeas para peregrinar, a la altura del Camino de Santiago de Compostela, la Casa de Loreto, y el Pilar como también Lourdes. En este centenario, el 13 de mayo del presente año, estará SS. Francisco, quien canonizará a los beatos Jacinta y Francisco Martos, quienes fueron beatificados por San Juan Pablo II, durante visita al santuario en el año 2000, con la participación de Sor Lucias dos Santos, la único sobreviviente de las apariciones 83 años atrás.
En el presente año se cumplen 50 años de la primera visita de un Papa al santuario de Fátima, en 1967, en el marco del cincuentenario de las apariciones, el beato Pablo VI, fue el primer Papa en visitar dicho santuario. A Juan Pablo I, por la brevedad de su pontificado 33 días no le fue posible. San Juan Pablo II, en tres ocasiones estuvo ahí, el primero hace 35 años, el 13 de mayo de 1982, para agradecerle su protección del atentado sufrido un año antes, luego 1991, y finalmente en el año 2000. Juan Pablo II, el pontífice procedente del mundo prosoviético; de ahí su devoción del Papa polaco a la virgen de Fátima. En 2010, SS Benedicto XVI, estuvo también en santuario.