El Ajax se ganó este jueves el billete para disputar la final de la Liga Europa tras sufrir de lo lindo ante un Lyon que soñó hasta el último minuto con la remontada al estar a punto de forzar la prórroga (3-1).
El conjunto holandés, que regresará a una final continental 21 años después, forjó su clasificación en el partido de ida de Amsterdam, en el que fue superior al Lyon al endosarle 4 goles por sólo uno en contra.
Los que predecían una noche apacible en Lyon para los pupilos de Peter Bosz se equivocaron a lo grande, porque el conjunto lionés, de la mano de un gran Alexandre Lacazette, acarició la gesta hasta el pitido final.
El Olympique salió a morder, a arrinconar a su rival en el área para tratar de marcar rápido y soñar con la remontada. Tres goles necesitaba hacerle al conjunto holandés, además de no encajar ninguno.
El Lyon logró arrinconar diez minutos a su rival pero en ningún momento logró que se descompusiera. El Ajax encajó las primeras andanadas de su contrincante sin perder el orden, por lo que pudo armar contraataques sin gran dificultad.
La primera gran acción de peligro salió de las botas de una de esas contras. Younes obligó a Lopes a hacer un despeje acrobático cuando no se había cumplido el primer cuarto de hora.
En el minuto 23 Lopes de nuevo evitó lo peor al ganarle un mano a mano a Zivech. Los locales en vez de serenarse siguieron mostrándose erráticos. A punto de cumplirse la media hora (m.27), el Ajax, en su enésimo contraataque, no perdonó. El danés Dolberg superó sin problemas al meta portugués al quedarse a media salida.
El gol fue todo un mazazo para la hinchada lionesa, a la que sólo le quedaba encomendarse a la Vírgen de Fourvière, la patrona local, con la esperanza de que obrara un milagro.
Las plegarias de los más fervientes dieron sus frutos puesto que cuando ya se dirigía el partido al descanso se iluminó Lacazette y con dos goles en dos minutos (45 y 45+) puso al público lionés a soñar de nuevo.
El primero de penalti, tras derribar de Ligt al propio Lacazette, y el segundo al rematar el ariete a bocajarro un gran pase de Fekir.
Con el ambiente caldeado de nuevo, el Olympique salió de nuevo a por todas. El segundo gol hizo mucho daño al Ajax que regresó mostrando síntomas de nerviosismo. El once francés comenzó a llegar con más claridad, pero le faltó puntería. Diakhaby, Cornet y Fekir remataron uno tras otro pero sin por ello inquietar a Onana.
El portero tuvo finalmente la oportunidad de lucirse a un cuarto de hora para el final con una gran salida ante Ribus.
Al Ajax le costaba llegar al área de Lopes, pero cuando lo lograba lo hacía con peligro. Van de Beek envió un balón a larguero que hubiera puesto punto final a la eliminatoria. Una jugada que dio aún más alas al Olympique que a falta de nueve minutos para el final marcó el tercero tras un gran centro de Ribus que remató de cabeza Guezzal.
El estadio entró entonces en ebullición. Un gol más y el Lyon igualaba la eliminatoria. El conjunto de Genesio se lanzó en cuerpo y alma a por el tanto que hubiera causado el delirio de la afición local.
Además con el Ajax con un jugador menos tras la expulsión de Viergever por doble amonestación. Pero la defensa holandesa se mostró firme y desbarató una tras otra las acometidas de su rival hasta el pitido final que rubricó su pase a la final, donde le espera el Manchester United.