Si los niños de primaria no pueden resolver operaciones matemáticas básicas, como sumar o restar, posteriormente se les dificultará el aprendizaje en niveles superiores, como la secundaria o el bachillerato, señaló el integrante del Centro de Investigaciones y estudios superiores en Antropología Social (CIESAS), del Centro Público de Investigación de Conacyt, el doctor Felipe Hevia de la Jara.
El 60 por ciento de los niños de tercero y quinto año de primaria no pueden resolver problemas de matemáticas, la situación es grave porque se supone que cualquier infante debe poder resolverlas, señaló el
En entrevista telefónica para el programa de Periodismo de Análisis expresó que los resultados se obtuvieron de una investigación que realizó en conjunto con la Universidad Veracruzana y El CIESAS, llamada “Medición independiente de Aprendizaje (MIA)”.
Hay causas escolares y extraescolares que dan tal resultado, año con año los niños van arrastrando estos problemas, en la secundaria alrededor del 40 por ciento de jóvenes tienen problemas para dividir y el 25 por ciento tienen problema para restar. Si no tienen aseguradas estas operaciones matemáticas es muy difícil después seguir con las trayectorias escolares, aseguró el investigador.
Tal investigación se realizó en más de 4 mil hogares y a más de 6 mil niños de Veracruz desde Pánuco hasta las Choapas, es decir, zonas norte a sur, rurales, indígenas y urbanas del estado. El proceso se llevó a acabó con el apoyo de más de 600 voluntarios que fueron a los hogares a preguntar si los niños sabían resolver problemas matemáticos.
Los resultados arrojaron que el 70 por ciento de los niños de tercero de primaria en adelante puede hacer restas, lo cual quiere decir que uno de cada tres niños que asiste no las pude solucionar.
Según la investigación los hijos únicos y las mujeres son los que tienen un promedio más alto, además de los niños evaluados que tienen una computadora o un teléfono celular, obtuvieron niveles altos en la resolución de problemas matemáticos y en lectura.
Los datos demostraron que un 44 por ciento de los niños presentó al menos un problema de discapacidad. Los papás encontraron que estos niños tenían problemas para poner atención, para aprender cosas sencillas o para concentrarse, mientras que un 12 por ciento tenía dificultades de visión, y casi un 53 por ciento un problema relacionado con la salud mental y temas psiquiátricos.
Según el investigador entre los factores que influyen en el bajo rendimiento son los problemas de socialización, seguridad y temas de violencia, ya que el 25 por ciento de los niños aseguró haber tenido violencia y el 28 por ciento, al menos un robo en la escuela.
La primera medición «MIA» se realizó en el año 2014 y hay cosas que se mantienen, como por ejemplo los problemas de compresión de lectura y resolución de ejercicios matemáticos. En las cosas positivas, continúa el nivel de cobertura escolar que es mayor del 95 por ciento.
