Investigadoras de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, de la UNAM, elaboran alimentos con propiedades prebióticas a partir del agave.
El grupo de investigadoras obtiene los fructanos de la molienda de la piña del agave, elemento principal del trabajo de estas ingenieras, que tiene características prebióticas, es decir, aquello que es benéfico para la flora intestinal, y los fructanos son precisamente una fibra prebiótica.
Las ingenieras en alimentos María Guadalupe Sosa Herrera, Julieta González Sánchez, Verónica Romero Arreola, Norma Beatriz Casas Alencáster, Xóchitl Manjarrez y Laura Patricia Martínez Padilla, quién encabeza el grupo, analizan la efectividad de los fructanos en el Laboratorio de Propiedades Reológicas y Funcionales en Alimentos (Lapryfal) de la FES Cuautitlán, donde además buscan desarrollar un jarabe de agave bajo en calorías.
Los resultados han sido buenos, los fructanos no impactan en las propiedades físicas y otorgan valor nutritivo. Las barras de cereal elaboradas por estas mexicanas son a base de avena, arroz inflado y amaranto, con jarabe de agave y fructanos como fuente de fibra.
La importancia de los fructanos radica en que esta fibra mejora la metabolización de lípidos que favorecen al aparato digestivo con el aumento de bacterias positivas; además son muy solubles por lo que se pueden agregar a bebidas.
Las investigadoras señalaron que en EU y Europa el jarabe de agave tiene gran demanda y que las empresas han mostrado su interés para exportarlo.