En nuestra conducta como consumidores, en muchas ocasiones son factores psicológicos los que tienen gran influencia en las decisiones. Según estudios realizados, se ha encontrado que personas que pasan por una temporada de baja autoestima son propensas a adquirir artículos o bienes de un status superior al promedio del ingreso económico recibido. Ello provoca el incurrir en gastos excesivos que afectan su economía. Lo comenta Raùl Martínez Solares en «El Economista».