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La política en México siempre se ha colocado en punto central del debate, nos concentramos en esperar los resultados de las elecciones recientes, porque creemos que a través de ellas podemos vislumbrar lo que pasará en el 2018, hemos hecho especulaciones a medio sexenio sobre quiénes perseguirán la silla presidencial y desde qué trinchera buscarán apoyo, y estamos aquí hablando nuevamente de eventos que año con año nos llevan al mismo punto: la falta de desarrollo en México y la acumulación de exigencias a los gobiernos.
Hemos llegado a uno de los mayores nudos de la historia, los villanos no podrían ser más cínicos, endeudando estados, otros saqueándolos con descaro o diciendo que roban pero poquito y en plena era de democratización de medios nos siguen tratando como ovejas que siguen sin cuestionar a su rebaño, sin embargo la democratización de contenidos ha hecho que más de uno abra los ojos, gracias al hartazgo de los partidos y las constantes de declive social presentadas, estamos en el momento de abrir los ojos, de exigir pero también de trabajar por el cambio que queremos.
Recién termino de ver una entrevista realizada a Emiliano Salinas, hijo del expresidente de México, en la cual resalta que “el mayor peso de las decisiones en los próximos 20 o 30 años van a venir de la sociedad civil”, lo cual complementa diciendo que en México la ciudadanía está llena de apatía, y que el día que en realidad nos enfoquemos en ser mejores ciudadanos la persona que gobierne México no importará. El argumento suena ilógico para muchos, sobre todo viniendo del hijo de quien muchos consideran uno de los villanos en la historia nacional, pero al pensar en sus palabras a detalle le doy algo de razón.
Constantemente escucho quejas del mal gobierno, de las fallas constantes hasta en los municipios más pequeños, pero pocas ocasiones veo propuestas de cómo proceder ante las dificultades, proyectos que busquen desarrollar una sociedad más justa y cuando los hay les es muy difícil abrirse paso y hacerse escuchar, pocos son los soñadores persistentes que hacen hasta lo imposible con tal de lograr mejoras, tristemente algunas de las voces que más luchan son de las primeras que otros buscan callar, pero su ejemplo prevalece.
Prueba del papel y la fuerza que tenemos como ciudadanos está en movimientos que han descubierto infinidad de fosas en la búsqueda de sus seres queridos, estos colectivos son una muestra del hartazgo de reclamos transformados en acción, personas así son necesarias en todos los campos, me atrevo a decir que deberíamos comenzar en los ámbitos educativos, personas mejor preparadas e informadas serán capaces de lograr otro tipo de decisiones y crear en conjunto proyectos que mejoren la sociedad.
Es el momento de desaprender sobre partidos corruptos y aprender sobre nuevas propuestas, quizás si todos prestamos atención y dejamos de considerar como votos perdidos a las nuevas ideas, podamos tomar decisiones que redefinan el rumbo de nuestra nación, logrando un país más comprometido con su gente, su desarrollo y trabajando desde la raíz nuestras áreas de oportunidad.
Es el momento para informarnos de la presencia de nuevas figuras políticas como María de Jesús Patricio, candidata de origen nahua, ¿Por qué? No por apoyarla (esa será una decisión que cada individuo deberá tomar) sino por entender la realidad de nuestro país, en la que las minorías piden a gritos ser escuchados y se han cansado de ser rezagados sexenio tras sexenio, han tomado las riendas del destino que quieren forjar para nuevas generaciones, donde existan oportunidades para todos sin importar su cultura.
Desconozco si el señor Emiliano seguirá la carrera política de su padre, pero de momento le doy la razón en la necesidad de pensar como mejores mexicanos y comenzar desde actos pequeños que al final se vuelven parte de una cultura colectiva, de hábitos que ayudan o dañan nuestras instituciones y que a la larga desencadenan en el crecimiento que podamos tener como país, informarnos es clave pero la acción ahora es necesaria, no dejemos en manos de otros lo que nos corresponde hacer a nosotros, comencemos cuidando ecológicamente el entorno, dándonos la mano en lugar de meternos el pie y siendo menos egoístas y más empáticos del entorno. Ahora más que nunca México nos necesita.