La Unión Europea y Gran Bretaña tropezaron el viernes en el primer tema a negociar del Brexit: la protección a los derechos de los ciudadanos europeos, poniendo en evidencia los posibles problemas que enfrentan en sus discusiones maratónicas.
Aunque la primera ministra Theresa May dijo que ella ofreció propuestas “justas y serias” sobre los derechos de los ciudadanos, el jefe de la UE Donald Tusk consideró que quedaron “por debajo de nuestras expectativas”. El primer ministro holandés Mark Rutte dijo que “miles de preguntas” permanecen en este tema clave.
Los 27 líderes de la UE pidieron más detalles de la propuesta británica para garantizar los derechos de 3 millones de ciudadanos europeos que viven actualmente en Gran Bretaña.
Dado que muchos de estos ciudadanos quieren quedarse a pesar de que Gran Bretaña salga de la UE, este es un tema inmediato donde May tiene mucha ventaja. La lideresa insiste en que la UE necesita dar el mismo respeto a los 1.5 millones de británico que viven en el continente. El lunes, May presentará una propuesta más detallada, cuando de su discurso en el Parlamento en Londres.
Junto con los derechos de los ciudadanos, los negociadores del Brexit hablarán de la factura sustancial que Gran Bretaña deberá pagar por salirse de la UE.
“Quiero volver a asegurar a todos aquellos ciudadanos de la UE que están en el Reino Unido y que han hecho su vida aquí, que no tendrán que irse. No estamos buscando separar a las familias. Esta es una oferta justa y seria”, declaró May.
Sin embargo, muchos líderes europeos no se conmovieron con la propuesta y le pidieron a May dejar esos temas a los principales negociadores, Michel Barnier para la UE y David Davis para Gran Bretaña.
La canciller alemana Angela Merkel dijo que las ideas de May “no era lo que esperaba la UE” y que hay “un largo camino frente a nosotros”. Tusk estuvo de acuerdo.