El primer ministro indio Narendra Modi condenó el jueves los fatales ataques de turbas contra comerciantes de ganado, consumidores de carne y granjeros de leche, diciendo el jueves que matar a personas en nombre de la protección de las vacas es inaceptable.
La mayoría de los ataques lanzados por los llamados “defensores de vacas” de grupos extremistas hindúes se han centrado en musulmanes. Las vacas son sagradas para la mayoría hindú, por lo que matarlas y comer carne de res es ilegal o está restringido en gran parte del país.
Los comentarios de Modi en la ciudad de Ahmedabad, en su estado de Gujarat, se producen luego de protestas en varias ciudades el miércoles por la noche contra la reciente violencia contra musulmanes. Miles de personas con pancartas que decían “No en mi nombre” corearon canciones y encendieron velas en Nueva Delhi. Centenares, incluyendo estrellas de Bollywood, se congregaron bajo la lluvia en Mumbai.
El primer ministro y otros líderes de su partido nacionalista hindú apenas han hablado de los asesinatos en los últimos dos años, lo que ha hecho que muchos activistas de derechos humanos acusen a Modi y su gobierno de apoyar tácitamente los ataques. En el 2016, Modi dijo que estaba enfurecido por los crímenes de aquellos que se consideran protectores de las vacas.
El jueves, advirtió que “ninguna persona en esta nación tiene derecho a tomarse la ley en sus manos”.
Citó al líder pacifista Mahatma Gandhi al insistir en que “no hay lugar para la violencia” en la sociedad.
Criticó todos los ataques de turbas, pero apuntó especialmente al incremento en los ataques contra personas en la industria ganadera y a quienes comen carne de res. “No es algo que Mahatma Gandhi habría aprobado”.
Modi no mencionó directamente a los musulmanes en sus declaraciones.
El viernes pasado, unos 20 hombres atacaron a cuatro musulmanes en un tren en las afueras de Nueva Delhi, matado a un adolescente a cuchilladas e hiriendo a otros dos. Los musulmanes dijeron que sus atacantes les acusaron de ser “comedores de carne” tras una disputa sobre asientos.