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Excélsior

Armando Ríos Piter, senador independiente por el estado de Guerrero, presentó esta semana una iniciativa con proyecto de decreto en el Senado, para fortalecer la industria cinematográfica nacional ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Vengo a presentar ante ustedes una iniciativa con proyecto de decreto; el objetivo es denotar el desarrollo integral y armónico de la industria cinematográfica nacional, la producción, la distribución, la comercialización y la exhibición de películas, en territorio nacional y en el exterior”, explicó.

En conferencia de prensa, Ríos Piter señaló que esta iniciativa buscará reposicionar a la industria nacional de cine a nivel internacional, implementando un nuevo modelo de promoción y financiamiento.

La iniciativa también contempla involucrar a las secretarías de Cultura, Economía y de Hacienda, para fomentar la conservación, presentación, divulgación y desarrollo artístico de la industria cinematográfica mexicana.
En el marco de la renegociación del TLCAN, Ríos Piter lamentó que el presidente Peña Nieto no haya fijado postura sobre los objetivos y prioridades que deberá presentar México en la negociación comercial.
De ahí, la importancia de impulsar y defender la producción de cine nacional, así como las condiciones equitativas de competencia en salas cinematográficas y en la industria.
Entre las propuestas que presentó Ríos Piter con esta iniciativa, se encuentra la creación de la Banca de Fomento de la Industria Cinematográfica que tendrá como fin facilitar a los productores el acceso a créditos bancarios.
El senador independiente destacó que el tema de la industria cinematográfica no es un asunto menor “en 1994, cuando se discutió el Tratado de Libre Comercio, el tema del cine no quedó protegido y la actividad cinematográfica sufrió un grave deterioro: es un error que se tiene que corregir”, afirmó.

Panorama complicado para la industria nacional

En enero de 2016, la industria mexicana celebraba superar la cifra de películas producidas en nuestro país, logrando en los últimos dos años más de 160 filmes hechos en casa.
Sin embargo, el panorama durante este 2017 es desalentador pues las principales instituciones dedicadas a apoyar al cine mexicano, sufrieron un drástico recorte presupuestal, consiguiendo únicamente 3.5 millones de pesos para todas las organizaciones.
La más afectada fue la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), cuya disminución presupuestal fue del 77%.
La propia AMACC convocó a la comunidad cultural, artística, cinematográfica, audiovisual, y a la sociedad mexicana en general, a unir esfuerzos para exigir a los poderes legislativo y ejecutivo transparencia en los recursos y acciones para mejorar sus condiciones.
Al respecto, el director mexicano Alfonso Arau -quien acompañó los puntos planteados en la iniciativa- externó que hoy se vive una oportunidad histórica para reposicionar al  cine mexicano a nivel mundial: “la comunidad cultural espera la convocatoria para participar en las negociaciones y defender sus derechos y la identidad mexicana”.