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SinEmbargo/Infobae

Tránsito inquebrantable, embotellamientos estresantes y el incesante ruido de las bocinas. Sea dónde sea que uno esté en el mundo, es casi imposible escaparle a los autos. Pero no totalmente, pues hay ciertos rincones del planeta donde los automóviles no están permitidos, ya sea porque su paso se dificulta por motivos geográficos o arquitectónicos, o porque los gobiernos locales quisieron deshacerse de ellos.


Gante, Bélgica

 

El encantador y gótico Gante se encuentra libre de automóviles desde 1996, como parte de una iniciativa local para eliminar el tráfico y mejorar la calidad del aire para acabar con la contaminación. Este destino es ideal para los fanáticos de la arquitectura, con incontables edificios de estilo gótico y canales serpenteantes. Las bicicletas y los botes eléctricos son los medios de transporte perfectos para apreciar su belleza única.

Venecia, Italia

Foto: Wikimedia Commons

Venecia es probablemente la ciudad sin autos más famosa del mundo. No es difícil de adivinar el motivo de su extrema popularidad. Este destino de canales, puentes y callecitas que se prestan para perderse y encontrar misterios ocultos de la gran masa que inunda sus orillas continuamente, es una maravilla terrenal.

Los leones custodian la capital de la región véneta y son parte de la identidad de una de las ciudades más mágicas del mundo. La Piazza San Marco, la Torre dell’Orologio, el Puente de los Suspiros y el Palazzo Ducale son tan sólo algunos de los grandes atractivos de esta ciudad, que una vez fue el centro comercial más importante del planeta, y que se mantiene viva sin el incesante bullicio automotriz que invade el mundo.

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Zermatt, Suiza

Foto: Wikimedia Commons

El pueblo entero de Zermatt goza de un ambiente libre de autos particulares, por lo que los viajeros que arriban a este mágico rincón de Suiza lo podrán hacer por medio de taxi, tren, o si se cuenta con los medios, en helicóptero. Para moverse, los visitantes pueden optar por colectivos, funiculares y carruajes. Es una especia de burbuja pristina conocida por el esquí en la que el mundo se respira de una manera diferente.

Giethoorn, Holanda

Foto: Wikimedia Commons

Giethoorn es un encantador pueblo holandés que parece salido de un cuento de hadas. Está ubicado en la provincia de Overijssel, dentro de la municipalidad de Steenwijkerland, a 120 kilómetros de Amsterdam. Y este pequeño tesoro de los Países Bajos logró posicionarse en el mapa debido a la ausencia de rutas y autos. Los vecinos y turistas recorren el lugar en botes o canoas, razón por la que se ganó el apodo de la “Venecia de Holanda”, o la “Venecia del Norte”.

El poblado, que fue fundado en el siglo XIII, no tiene calles por las que circulen vehículos ni transporte automovilístico de ningún tipo. La única manera de manejarse por allí es caminando, en bicicleta o en botes, que circulan a través de los varios canales (que alcanzan la extensión de casi 90 kilómetros en total) que unen a la comunidad. Estas rutas acuáticas crean una imagen salida de la fantasía, gracias a los 176 puentes que adornan su geografía.

Distrito de Higashiyama, Kioto, Japón

Foto: Wikimedia Commons

El distrito de Higashiyama en Kioto es un lugar ideal para experimentar la verdadera cultura japonesa. Desde el templo de Kiyomizudera, hasta el distrito de geishas de Gion -compuesto por Gion Higashi y Gion Kobu, posee una gran cantidad de casas de té atendidas por geishas y maikos-. Las callecitas finitas hacen que este lugar sea sólo apto para el paso peatonal.