A 411 años de su nacimiento, el pintor y grabador holandés Rembrandt van Rijn, quien es considerado uno de los más grandes personajes de la historia del arte, es recordado con la exposición «El Encuentro: Dibujos de Leonardo a Rembrandt”, que se presenta hasta el próximo 22 de octubre en La Galería Nacional de Retratos, de Londres, Inglaterra.
La muestra explora las técnicas del Renacimiento y del Barroco, así como el rostro humano visto desde el ojo de los artistas europeos del siglo XVI y XVII. Rostros de hombres, mujeres y niños que fueron inmortalizados en trozos de papel que sobrevivieron el paso de los siglos desde el “Estudio de un Hombre Desnudo” de Da Vinci (1504-1505) hasta un bosquejo de Rembrandt van Rijn de 1636.
Se exhiben 48 dibujos, de los cuales 15 dibujos que provienen de la colección privada de la reina Isabel II entre los que se encuentra un dibujo de Da Vinci, y ocho retratos del pintor Hans Holbein el Joven, uno de los grandes retratistas del siglo XVI, informaron sus organizadores.
Rembrandt nació el 15 de julio de 1606 en Leiden, Holanda, en el seno de una familia humilde, liderada por Harmen Gerritszoon van Rijn, quien era molinero, y Neeltgen Willemsdochter van Zuytbrouck, proveniente de una familia de panaderos.
Fue el cuarto de seis hijos y al igual que la mayoría de los niños holandeses de su época asistió a la escuela primaria y posteriormente a la escuela latina en Leiden en donde cursó estudios clásicos, bíblicos y de oratoria.
En 1620 ingresó a la Universidad de Leiden en donde se desarrolló intelectualmente y fue instruido por los pintores Jacob van Swanenburgh (1571-1638) y Pieter Lastman (1583-1633).
De acuerdo con su primer biógrafo, Ene Janszoon Orlers (1570-1646), Rembrandt adquirió las habilidades básicas necesarias para la profesión con Van Swanenburgh, mientras que con Lastman aprendió los conocimientos y habilidades necesarias para dominar la pintura de historia; género que consistía en colocar figuras de las escenas bíblicas, históricas o mitológicas en entornos complejos.
Establecido en Leiden, en 1625 Rembrandt se desempeñó como maestro independiente y se dedicó a sentar las bases para muchas de sus obras.
Cerca de 1628 el joven artista tomó una nueva dirección en su carrera y realizó sus primeros grabados, que le valieron fama internacional.
En 1629 Rembrandt finalizó, entre otras obras, El Judas arrepentido y El artista en su estudio, con las que el pintor alcanzó el primer pico importante en su desarrollo artístico, señala el sitio de Internet britannica.com.
El también grabador desarrolló un método por el cual los elementos de iluminación en la pintura se agrupan en un área, de tal manera que se necesitaba de poca sombra para separar las diversas formas; a este método se le denominó “bevriende kleuren” (colores afines o conexos).
Tras la muerte de su padre, el grabador se trasladó en 1630 a Ámsterdam, donde se asoció con el marchante Hendrick van Uylenburgh, quien tenia una hija llamada Saskia, con la que se casó.
En los siguientes años, el destacado artista comenzó una etapa de prosperidad económica y de vida mundana, al tiempo que creó importantes obras, tales como: La lección de anatomía del doctor Tulp, La ronda de noche, Los síndicos del gremio de pañeros, Jacob bendice a los hijos de José y La novia judía.
Con la muerte de su esposa, ocurrida en 1642, cayó en una racha de reveses económicos por lo que se vio obligado a subastar todas sus pertenencias en 1656.
Hasta 1663, Rembrandt se dedicó a la enseñanza teniendo como alumnos a Gerrit Dou (1613-1675), Govaert Flinck (1615-1660), Carel Fabritius (1622-1654) y Aert de Gelder (1645-1727).
El artista holandés permaneció activo hasta sus últimos días, incluso aceptó un encargo poco antes de morir, el 4 de octubre de 1669 a los 63 años de edad en Ámsterdam, dejando un legado de cerca de mil 500 dibujos y alrededor de 400 grabados.