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La Jornada

Juan Manuel Márquez llegó como un niño a las manos de mánager Ignacio Beristáin. Asumió su formación en la disciplina del boxeo. Desde entonces, decidieron emprender juntos una carrera que concluyó el viernes pasado con el anuncio postergado por años del retiro definitivo. «Nuestro inició en México estuvo lleno de obstáculos, de gente con intereses metida en los lugares que se tomaban decisiones para el boxeo. Quisieron echarnos. Tuvimos que irnos a Estados Unidos y eso nos abrió un camino afortunado», dice Beristáin. «No todo fue ganar, vivimos momentos duros contra empresarios y organismos de boxeo, pero Juan Manuel salió exitoso», agrega.

La llegada de Manny Pacquiao a la vida de Márquez -considera- fue lo mejor que pudo pasarle a ambos, «los inscribió para la historia del boxeo». Ahora que anunció el retiro, Beristáin lo celebra porque ya no quería ver a ese peleador con el trabajo 20 años como profesional en el cuadrilátero. «Rechacé grandes ofertas porque quise quedarme con Juan. No siento melancolía de que se vaya. Mi carrera sigue, he visto a muchos campeones retirarse».