Bien de frontera

Olivereio Coelho

Seix Barral / Biblioteca Breve

Buenos Aires, 2015

Pp. 254

Sauri es un niño prodigio del ajedrez que se convierte en un fenómeno mundial después de ganarle una partida memorable a Bobby Fischer. Todos esperan, a pesar de su juventud, que se convierta en un gran maestro, pero él se rebela en contra de su propio futuro y opta por la militancia política en la Argentina de la dictadura militar de los años setenta.

En ese contexto tiene una hija de una relación amorosa con una compañera de militancia. A lo largo de su vida esa hija, a quien abandona, será lo único que lo ligue a su pasado. Una serie de eventos decisivos e inesperados lo llevan a modificar de manera radical su forma de vida, para convertirse en uno de los más reconocidos estafadores de su país.

Su nombre lo hereda de su padre, pero por su trabajo tiene que renunciar a él y esconderse en otros muchos nombres. Siempre debe de cambiar de identidad y asumirse en otro personaje, para poder volver a dar un golpe o evadir a quien lo persigue. Su vida y el éxito en su trabajo depende de la construcción de sus nuevas identidades.

Sauri, que ha llegado a los 70 años, es un sujeto discreto, cuidadoso y metódico. Eso le ha permitido sortear todo tipo de dificultades y sobrevivir. Cualquier descuido implica el fracaso y también la muerte.

El protagonista, dice Coelho, habita en el límite, en la zona de la Triple Frontera que conforman Argentina, Brasil y Paraguay, “que funcionaba como el ambiente de impunidad y el limbo necesario para desarrollar la historia, un territorio que elaboré desde lo creativo, que imaginé en vez de investigarlo”.

Se trata de un personaje, asegura Coelho, que “es muy argentino, un pillo que toma mañas de porteño y las combina con virtudes de ajedrecista -las del cálculo y la combinación- convirtiéndose en un estadista de las relaciones humanas que siempre está un paso adelante, pero usando su don sólo pensando en sí mismo”.

La maestría en la estafa le permite a Sauri, dice el autor, recuperar la “autoestima” y superar el duelo que no elaboró de un padre al que le hereda su mala suerte, pero que se ha vuelto fortuna. Él ahora es el antihéroe solitario que es capaz de reconstruirse así mismo.

Coelho afirma que “siempre he trabajado con las miserias porque me permiten encontrar un contrapunto: los rasgos de humanidad que mantiene Sauri vienen de la relación pendiente con su hija. Ese vínculo trunco lo une con la condición humana desde la acechanza y el remordimiento”.

La novela, plantea algún crítico, trata sobre la suerte, la herencia y las idiosincrasias que atraviesan la geografía argentina y al mismo tiempo constituye una aguda indagación de la libertad, el pasado y las redes identitarias.

A lo largo de las páginas se hacen presentes el miedo, la culpa, el abandono y la apatía, pero también la inteligencia, la astucia y el valor. Estos elementos dejan al descubierto un mundo en el cual las relaciones humanas encuentran los más extraños modos para seguir construyéndose.

***

Oliverio Coelho. Nació en Buenos Aires, en 1977. Realizó residencias de escritores en Ciudad de México, Nueva York y Seúl. Sus relatos se han publicado en diversas antologías de narrativa argentina y latinoamericana. Fue elegido por la revista inglesa Granta como uno de los veintidós mejores escritores jóvenes de habla hispana del año 2010.

Novelas: Tierra de vigilia (2000), Los invertebrables (2003), Borneo (2004), Promesas naturales (2006), Ida (2008), Un hombre llamado Lobo (2011, 3er Premio Nacional de Novela), y de los libros de cuentos Parte doméstico (Emecé, 2009) y Hacia la extinción (2013).

@RubenAguilar