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La Jornada

El gobierno federal modificó el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) para darle viabilidad financiera a los campos que la empresa sigue operando y que, ante la caída en los precios internacionales del crudo, dejan de ser rentables con el marco tributario actual, con lo que se espera preservar una producción aproximada de 150 mil barriles por día y hasta 500 mil MMBTU (Millones de unidades térmica británica) para el caso de gas.

A través de la Secretaría de Hacienda, el gobierno elevó los límites de costos deducibles para el Derecho por la Utilidad Compartida.

En el caso de los campos petroleros terrestres el límite pasa de 20 a 40 por ciento, mientras que en los campos en aguas someras sube de 14 a 35 por ciento.

El límite de costos, como porcentaje del ingreso de los campos de gas natural no asociado pasan del 80 al 85 por ciento y en los campos de Chicontepec suben de 60 a 75 por ciento.

Mediante un comunicado, Hacienda explicó que los campos que Petróleos Mexicanos decidió quedarse en la Ronda Cero (antes de que todos los demás de subastaran a privados en las rondas subsecuentes) correspondían a las capacidades técnicas y financieras que la empresa tenía en ese momento, pero la caída posterior en los precios internacionales del petróleo llevó a que algunas asignaciones dejaran de ser rentables con el régimen fiscal vigente.

La dependencia detalló que para que a un campo le pueda aplicar el régimen modificado, Pemex deberá mostrar que la extracción en el área de asignación no es rentable después del pago de los impuestos y derechos previstos en el marco fiscal vigente, así como evidencia del impacto esperado por la aplicación del nuevo régimen en dicha área de asignación.

Además, dijo que para mantener la transparencia y rendición de cuentas, la petrolera deberá mantener los registros contables individuales para cada una de las asignaciones a las que aplique el nuevo régimen, presentándolos ante el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo.

“De esta forma, se fortalece a la empresa productiva del Estado, al mismo tiempo que se promueve y maximiza el aprovechamiento de los campos que operan bajo el régimen de asignaciones”, dijo Hacienda.