«Aparece, atrás, entre Zapata y Villa, en una de las fotográfías más emblemáticas del proceso revolucionario. Se trata de Dolores Jiménez y Muro, quien tras una larga vida de vida liberal, surge como poeta en las tertulias literarias, formada en la clase media potosina. Fue periodista y apoyó la candidatura de Francisco I. Madero. Se manifestó en contra de Victoriano Huerta, cayendo presa. Después Zapata la invita a unirse a sus filas. Colaboró en la Secretaría de Educación, participando en campañas de alfabetización y misiones culturales. Fue una mujer ejemplar, de las más destacadas de la Revolución Mexicana.. Murió en 1925 a los 77 años». Lo comenta Alberto Calderón en su «Manantial ente arenas.»