El día de ayer en su noticiero de UNO Tv Pepe Cárdenas se preguntaba lo que el Presidente Peña Nieto irá a decir y qué no dirá en su mensaje a la nación que dará el sábado 2 de Septiembre desde Palacio Nacional, con motivo de la entrega al Congreso de la Unión de su Quinto Informe sobre el estado que guarda la Administración Pública Federal a su cargo.

Evidentemente existen asignaturas pendientes de resolver en el país como es el caso de la percepción ciudadana de una inseguridad cada vez más agobiante, así como la percepción de que la corrupción e impunidad no han sido combatidas con eficiencia, lo que ha acarreado consigo una argumentación muy permeable, que ha aprovechado la oposición para tratar de impedir que el actual Procurador General de la República se convierta en el primer Fiscal General de la Nación. En estos casos, seguramente no le quedará otra al Presidente que reconocer que algo no está funcionando, pues los índices de criminalidad, catapultados a la alza, no permiten abordar el tema con el optimismo que se abordan otros como son el empleo, las comunicaciones, la educación y la salud.

En ese contexto esperamos un mensaje honesto, que, como siempre, “presuma” los logros de la administración, pero que también reconozca dónde los Planes y Programas no han obtenido los resultados esperados.

Es de analizar, por ejemplo, que en el tema de la pobreza, como en el de la creación de empleos las cifras son ambiguas pues mientras la administración habla de logros – de un buen número de mexicanos que han salido de la pobreza extrema- y de la creación de casi 3 millones de nuevos empleos – , algunos analistas lo descalifican, argumentando que los empleos ya existían pero que apenas se han incorporado a los registros del Seguro Social, y que muchos mexicanos efectivamente han salido de la pobreza para pasar a la pobreza extrema.

Por supuesto son de reconocer los avances históricos del país, que vienen de generaciones atrás como resultados incuestionables de los gobiernos de la Revolución, como es la cobertura educativa en el nivel básico, donde de plano no estudia el que no quiere pues es un gran logro que a menos de 1 km. de las poblaciones con más de 100 habitantes exista una escuela o al menos llegue un instructor del CONAFE a realizar la tarea de instruir a los niños, y quienes pierden esa oportunidad, al cumplir los 15 años tienen la opción del INEA para regularizar su situación y “sacar” la primaria o secundaria. De tal suerte que la incidencia de niños que no van a la escuela tiene que ver más con factores familiares, de costumbres de que el niño debe ayudar en la casa antes que estudiar o a la falta de interés de los padres que a la falta de cobertura educativa.

Lo mismo podríamos decir de otros temas como el de la atención de la salud, donde el Seguro Popular, aunado al Seguro Social y al ISSSTE, ofrecen una cobertura casi Universal, donde no se atiende el que no quiere, pues al igual que las escuelas, los centros y casas de salud están diseminadas por todo el territorio nacional hasta los lugares más recónditos.

También los emprendedores han sido apoyados y existen instituciones como la Secretarìa de Economìa y Bancomext, donde encuentran, capacitación, asesoría y financiamiento para producir, comercializar e incluso exportar muy diversos productos.

En el caso de los apoyos al campo SAGARPA, Semarnat, SEDATU y otras tienen programas para incentivar su desarrollo, sin embargo tanto en este como en otros rubros tendríamos que reconocer que existen pero, mientras no se erradique la corrupción, no podremos confiar que estos programas lleguen hasta quienes más lo necesitan y nuevamente las cifras nos desmentirán acerca de su eficacia, pues no obstante los muchos millones aplicados, los campesinos y particularmente ciertos grupos vulnerables como los indígenas, siguen igual de “jodidos”.

Asì las cosas nadie podría presumir de la SEDESOL y de sus 25 años de existencia, pues al igual que en el caso anterior, a pesar de los millones invertidos en programas como Solidadrdad, Oportunidades, 60 y más y otros muchos, la pobreza extrema no se ha abatido y debemos reconocer que más allá de que se roben el dinero, los Programas no han logrado ser direccionados debidamente y sus efectos no se ven reflejados en las estadísticas, pues cada vez hay más pobres.

Y qué decir de Comunicaciones, donde un fortuito y desafortunado incidente como el “Socavón” en el Paso Express de Cuernavaca opacó las más de 1000 obras que se están realizando en todo el país, algunas de ellas Magnas Obras como el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, el Tren Rápido a Toluca, el libramiento de San Luis Potosí, el de Colima y los puentes elevados de Puebla y de Mérida.

Podríamos seguir muchas líneas más enumerando los logros de la Administración de Peña Nieto pero no es mi intención replicar aquí su Informe, solo analizar el tema.
De todo esto se desprende que habiendo tantas cosas buenas que decir, más que reprobar al Presidente en Salud, en combate a la corrupción, en Educación, debemos reprobar, no a él, sino a su equipo de Comunicación estratégica, y de manejo de redes sociales, que no han sabido o no han podido posicionar su Imagen como el extraordinario Estadista que es.