Buen día apreciado lector:
Escribí la semana pasada que ante las embestidas de la naturaleza, no sólo hay que rezar, sino también estar preparados.
Y por la noche nos llegó el temblor, que afortunadamente no nos pegó tan duro como a Oaxaca y Chiapas, dos de los estados más pobres de la República.
Por eso agradezcamos al creador enviando apoyos materiales a la Cruz Roja y en moneda a los bancos, para los que sí resultaron afectados severamente y que les costará mucho tiempo recuperarse a pesar de la ayuda oficial.
Ojalá las instituciones en la Entidad convoquen a la población a ser solidarios y el auxilio no tenga precedente con los vecinos del istmo y los de la tierra lacandona, porque no se ha escuchado que lo estén haciendo.
En cuanto a los temblores, hay que buscar información para saber qué hacer. Ya los expertos dicen que no hay que ponerse en las puertas, sino localizar en casa un lugar donde evitar ser aplastado, ya sea a un costado de las camas, de los escritorios o de los muebles, en posición fetal, ellos le llaman triángulos de la vida a esos espacios.
Por lo que hace a la violencia que nos agobia, también las familias deben platicar y analizar sus formas de protegerse y decidir si es conveniente andar por la calle en las noches o de madrugada.
Además no queda más que concentrarse en la oración diaria. Aquí les dejo un artículo tomado en internet del psicoanalista e hipnoterapeuta Efraín Echeverri acerca de la investigación de científicos rusos sobre el poder de la oración.
«Científicos rusos han descubierto y demostrado el mecanismo “material” de tal fenómeno divino. “Una oración es un medicamento poderosísimo”, afirma Valeri Slezin, jefe del Laboratorio de Neuropsicofisiología del *Instituto de Investigación y Desarrollo Psiconeurológico Bekhterev* de San Petersburgo.
“La oración no sólo regula todos los procesos del organismo humano, sino que también repara la estructura de la conciencia más afectada”.
El profesor Slezin hizo algo que resulta difícil de creer: medir el poder de la oración.
Registrando los electroencefalogramas de algunos monjes al momento de orar, logró captar un fenómeno extraordinario, la desconexión completa del córtex cerebral.
Este estado puede observarse sólo en bebés de tres meses, cuando sienten la cercanía de su mamá, provocándoles una sensación de seguridad completa. A medida que la persona crece, tal sensación desaparece, la actividad cerebral crece y este ritmo de las bio-corrientes cerebrales se muestra raramente; solamente en las horas de sueño profundo o al orar, como ha demostrado el científico mencionado.
Valeri Slezin ha llamado tal estado desconocido *“leve vigía, al orar”* y ha demostrado que tiene una importancia vital para la persona.
Es un hecho sabido que las enfermedades son provocadas también por situaciones graves y sucesos que nos quedan grabados en la mente. Al orar, sin embargo, las preocupaciones quedan en un plan secundario e incluso desaparecen totalmente. De esta manera se hace posible el restablecimiento psíquico, moral y físico.
Los oficios de la Iglesia también tienen un importante rol en la recuperación de la salud. La ingeniera y electrofísica Angelina Malakovskaia, del *Laboratorio de Tecnología Médica y Biológica* ha dirigido numerosos estudios para medir las diferencias en la salud de las personas, antes y después de asistir a algún oficio religioso. Los resultados han demostrado que participar de los servicios litúrgicos hace que se normalice la presión sanguínea y determinados valores medibles también en la sangre.
Parece ser que las oraciones pueden incluso neutralizar las radiaciones. Se sabe que después de la explosión de Chernobyl, los instrumentos para medir la radiación demostraron valores que llegaban a sobrepasar el límite cuantificable. Sin embargo, en el área en donde se encuentra la Iglesia del Arcángel Miguel, a 4 km de los reactores, el valor de la radiación se mantenía normal.
Los científicos de San Petersburgo han confirmado, también, basándose en distintos experimentos efectuados, que el *agua bendita* (aghiasma), *la Señal de la Cruz* e incluso el *repique de las campanas* pueden tener propiedades sanadoras.
Por eso, en Rusia, las campanas siempre se han hecho sonar en épocas de epidemia.
La frecuencia emitida por las campanas podría eliminar los agentes que provocan enfermedades como la gripe, hepatitis o el tifus. Las proteínas de los virus parecieran volverse incapaces de portar tales infecciones, de acuerdo a A. Malakovskaia.
*La Señal de la Cruz* tiene un efecto aún más significativo: es capaz de eliminar microbios patógenos, no sólo en el agua corriente, sino también en ríos y lagos. Es más eficiente incluso que los más recientes aparatos de desinfección con radiación magnética. Así que a orar más y mejor!».
Hasta ahí el texto de lo que se dice.
Por cierto, en su espacio del Monje Solitario el periodista Pepe Cárdenas dio a conocer ayer que «la Fundación Carlos Slim, y las empresas Telmex y Telcel, donarán 5 pesos por cada peso que se reciba en donativos, a través del número telefónico: *5566; por mensajes de texto al número: 55666; en depósitos de $100 a $500 transferidos a la cuenta de Banco Inbursa SA, a nombre de Fundación Carlos Slim, número: 11 11 11 11 111, o con CLABE bancaria: 03 61 80 11 11 11 11 11 11. Usted tiene la última palabra».
Un fin de semana de paz y armonía para todos.
gustavocadenamathey@nullhotmail.com