La Ciudad de México volvió a cimbrarse por un fuerte sismo, y una vez más, emergió, incondicional, la solidaridad y heroicidad de los capitalinos, 32 años después del terremoto de 1985. Miles de ciudadanos acudieron a remover escombros con sus manos o lo que tenían a sus alcance para rescatar personas. Vecinos abrieron sus casas como refugios o como zonas de acopio. Las colonias del centro y sur resultaron las más castigadas con 45 inmuebles colapsados y cientos de viviendas afectadas. La nota es de «Reforma».