Hoy seremos preguntones:

En este momento de suma de desgracias y tragedias en nuestro México, es oportuno, conveniente y justo gastar cientos de millones de pesos en un proceso electoral?

Acaso hay alguien que NO sepa que hay cientos de miles de mexicanos damnificados en Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz?

Que, igualmente, ignore que en la Ciudad de México, Morelos, Puebla y Guerrero, las noticias negativas crecen de manera amarga?

Esto, más lo que se acumule con el paso de los días ante el acecho de nuevos huracanes, sin dejar la terrible sensación de un nuevo temblor.

En ese mismo orden de ideas

Acaso ese alguien no visualiza que las labores de remoción de escombros y de rescate, al seguir su paso natural, nos enfrentan a la necesidad de tener que sumar más pérdidas de hogares y de vidas humanas?

En esa lógica, acaso aún sigue sin entender que ese resultado de sumas negativas, seguirá llevando en aumento las necesidades de un pueblo brutalmente golpeado por la naturaleza?

En los hechos, frente a esa realidad, tenemos que legalmente está iniciando un proceso electoral, por el cual, se tendrán que abrir las arcas de la hacienda pública, para entregar grandes cantidades de dinero a los partidos políticos, para que hagan sus campañas.

Eso, será una espantosa afrenta al pueblo lastimado, que en estos momentos lo que necesita son satisfactores personales y familiares para mitigar el hambre y de calidez de hogar.

De continuar con la sinergia que marca la ley, quizás el pueblo, cada día de campaña, se va a sentir más humillado por el gasto inmenso que representa una elección que solo beneficia a los partidos, sus Gerentes o administradores y a los dueños de las franquicias.

Por eso, considero oportuno0, hacernos una pregunta más:

Vale la pena tirar dinero entregándolo a los partidos políticos, cuando está haciendo falta para la reconstrucción?

De antemano sé que saldrán muchas voces para posicionarse como mártires de la democracia… como dueños de la verdad, enarbolándose como cuasi dueños de los términos voto y democracia.

Es de mencionarse que por las redes sociales circula una petición al INE para la reducción de presupuesto a los partidos, lo que definitivamente sería algo así como un regaño a un niño caprichudo y, al año o al proceso electoral siguiente, le van a dar su pastel completito otra vez.

No, no coincidimos con esa propuesta, que no es mala, pero es solapadora.

Por eso, creemos que esas voces en contra, desde un principio mostrarán su origen, su genética, dejando visible su pertenencia, sus colores, sus motivos y sus razones.

Creo, desde hoy, que, sencillamente, serán voces desacreditadas ante un pueblo que tiene hambre, frio y el rostro húmedo por sus lágrimas de dolor y tristeza.

Por todo ello, proponemos, esta romántica idea:

Suspensión del proceso electoral….

Que al término del gobierno del presidente Peña, se conforme un gobierno de colación, tomando en cuenta a los partidos políticos, entonces sí, que participen conforme a sus cuotas de representación en las cámaras de diputados y de senadores.

De esta manera, se lograrían los siguientes objetivos:

.La hacienda pública se ahorraría miles de millones de pesos, para las campañas.

.De igual manera, la hacienda pública se ahorraría lo del presupuesto para el INE para la organización de la elección…. (DOBLE AHORRO)

.Esos recursos, de las dos fuentes de ahorro, señalados, sería serían canalizados a la reconstrucción.

.El pueblo afectado y damnificado, recibiría los apoyos que le son necesarios.

.El pueblo en general, sería beneficiado, evitándose el ser observador de una campaña de derroches en dinero, en palabras, en promesas y en mentiras…. Amén de los acarreos pintados de distintos colores.

.México se estrenaría en la modalidad de los gobiernos de coalición, mediante una transición pacífica, alcanzada por acuerdos entre los partidos.

En conclusión: Ganan los afectados, ganan los partidos políticos que tendrían sus ínsulas de poder y gana el pueblo, ganamos todos, sin una campaña que finalmente, no serviría de nada, porque al final de la elección, de cualquier manera, sería impugnada por los perdedores y de nueva cuenta, habría más cuento.

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