Antes de que termine el mes de septiembre es loable hablar sobre uno de nuestros tres símbolos patrios que por azares del destino participaron varios veracruzanos como actores importantes durante del proceso de selección final.

El Himno Nacional Mexicano que conocemos en la actualidad no fue el primero que se cantó a la población a lo largo de su historia. Varios himnos patrióticos tuvo nuestro México a lo largo de su independencia. Se tienen datos del que se tocó por primera vez en 1821 y fue compuesto por José Torrescano haciendo alusión y en honor al primer emperador Agustín de Iturbide.

De igual forma se creó otro himno hecho un año después por José María Garmendia también dedicado la figura de Iturbide. Al declinar el emperador lo lo hicieron los epinicios. Cantos, marchas, himnos se tocaron entre liberales y conservadores entre las luchas por la conquista del poder. Un hecho determinante fue la Invasión norteamericana en 1846 donde nuestro país pierde más de la mitad del territorio fue un golpe muy duro para todos creando la necesidad de hacer un canto patriótico que uniera a la nación y le diera un sentido de pertenencia.

Ignacio Muñoz escribió en la Revista Mexicana del Derecho de Autor en 1992 que la Academia de San Juan de Letrán en 1848 convoco para buscar la letra del himno que sería interpretado por el pianista austriaco Henri Hertz, y la letra ganadora la compuso el estadounidense Andrés David Bradburn, los jueces de este concurso fueron Andrés Quintana Roo, Manuel Lacunza, Manuel Carpio entre otros, la obra fue un fracaso y terminó en el olvido.
Existieron otros intentos por esa época como un poema del cubano Juan Miguel Lozada que exaltaba la figura del Presidente xalapeño José Joaquín Herrera y que tampoco pasó la prueba del agrado de los mexicanos.

El 12 de noviembre de 1853 el gobierno entonces encabezado por el xalapeño Antonio López de Santa Anna lanzó una convocatoria mediante el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, cuyo oficial mayor era el xalapeño Miguel Lerdo de Tejada. Dicha dependencia recibió las composiciones poéticas entre las que habría de seleccionarse la letra.

Francisco González Bocanegra que era un poeta romántico a insistencia de Guadalupe González de Pino y Villalpando quien en ese entonces era su novia lo induce a participar en el concurso, le puso unos libros sobre historia en una habitación para que le sirvieran de inspiración -como en una leyenda- después de cuatro horas el día 30 de noviembre de 1853 quedó lista la letra del himno que concursó con otros 26 poetas saliendo ganador después de la deliberación del jurado conformado por los veracruzanos José Bernardo Couto, Manuel Carpio y el poblano José Joaquín pensado . Se le agregó la musicalización de Juan Bottesini, esto no le gustó a la población por lo que nuevamente se lanzo una convocatoria en la que participó Jaime Nunó quien la ganó.

La noche del 15 de septiembre de 1854 en el Teatro Nacional que por aquel momento se llamaba teatro Santa Anna se tocó por primera vez el himno a cargo de Juan Bottesini interpretada por el tenor Lorenzo Salvi y la soprano Claudia Forenti, hace 163 años. La versión original está compuesta por 10 estrofas pero ha quedado reducida a cuatro a lo lago de los años.

Un dato curioso se dio en 1901 cuando unos militares porfiristas visitaban la Exposición Panamericana en Nueva York y se encontraron con Jaime Nunó el español que musicalizó el himno, radicaba en aquella ciudad ejerciendo clases de canto siendo invitado de honor a las fiestas patrias el 15 de septiembre de ese año como lo menciona un periódico de circulación nacional.
La primera grabación del himno nacional se realizó también en 1901 por ordenes del General Porfirio Díaz y se encuentran en la Fonoteca Nacional.

En el año de 1943 el Presidente Manuel Ávila Camacho oficializa el Himno apareciendo la publicación en el Diario Oficial de la Federación. En esa misma publicación El 8 de febrero de 1984 se dan a conocer las características de los símbolos patrios.

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