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Notimex

Papa Francisco criticó que en vez de contrarrestar las interpretaciones negativas de las diferencias sexuales se quieran cancelar esas disimilitudes.

La Academia Pontificia para la Vida es la junta asesora del Vaticano para temas de la bioética.

En un discurso dirigido a los miembros de la Pontifica Academia para la Vida, el Papa denunció las nuevas tecnologías que permiten a la gente cambiar su sexo, afirmando que esta «utopía de lo neutro» pone en riesgo la creación de la vida.

La manipulación biológica y psíquica de la diferencia sexual, que la tecnología biomédica deja entrever como completamente disponible a la elección de la libertad –¡mientras no lo es! –, arriesga a que se desmantele la fuente de energía que alimenta la alianza del hombre y de la mujer y la hace creativa y fecunda”, expuso.

Francisco enfatizó sus críticas hacia la llamada teoría de géneros y hacia la idea de que la gente puede cambiar de sexo.

La hipótesis recientemente avanzada de reabrir el camino para la dignidad de las personas neutralizando radicalmente la diferencia sexual, y por tanto el ser hombre y mujer, no es justa», afirmó.

En vez de contrarrestar las interpretaciones negativas de la diferencia sexual, que mortifican su validez irreductible para la dignidad humana, se quiere cancelar de hecho esta diferencia».

Con los dos Pontífices anteriores, la Academia representaba la doctrina conservadora dentro de la Iglesia en temas como la ética sexual, la moralidad y la cultura, especialmente en lo que concierne al aborto y la eutanasia.

El Papa latinoamericano la reformó para que refleje más su visión de que la vida humana está en concierto con la creación divina.

Sin embargo, Francisco se adhirió a la línea más conservadora de la Iglesia al reunirse el jueves con los nuevos miembros de la Academia, al fustigar la forma en la que la actual exaltación de la elección individual se ha extendido al género de las personas, gracias a los avances tecnológicos.

Tales prácticas, corren el riesgo de desmantelar la fuente de energía que alimenta la alianza entre hombres y mujeres y los hace fértiles», agregó.

En otra parte del discurso, el Pontífice también denunció la «egolatría» y «el materialismo desaprensivo» de la alianza entre la economía y la técnica, pues propagan la idea de la vida como «un recurso que hay que aprovechar o desechar en función del poder o del beneficio».

Aunque Francisco ha defendido fuertemente la enseñanza de la Iglesia sobre el aborto y otros asuntos de la vida, no los ha enfatizado tanto como San Juan Pablo II o el Papa Benedicto XVI.

El Pontífice argentino ha tratado de ampliar la definición de la Iglesia de lo que significa ser «provida» al enfatizar, por ejemplo, la necesidad de garantizar el respeto digno para los ancianos y no enfocarse solamente en las personas por nacer.

El director de la Academia, monseñor Vincenzo Paglia, señaló esta semana que ser «provida» es algo más que un concepto bioético y teórico sobre un tema polémico como el aborto, pues también incluye problemas humanos como la migración, el medio ambiente e incluso el tráfico de armas.

(Ser provida) significa promover una cultura que ayude a la vida dondequiera y cuandoquiera», explicó Paglia.