De los 55 libros que me propuse leer este año, ya voy en 30. No sé si llegaré a cumplir el reto de Goodreads, red social de lectores, pero de momento hago un recuento: 30 libros, dos de poesía, uno de crónicas, cinco infantiles, cuatro antologías, una sexalogía, dos biografías, nueve novelas y una colección de comics. Pero, ¿y si hago el balance de acuerdo con el género de los autores?
Bien, ahora, a diferencia de ocasiones anteriores, cuando la pregunta “¿a cuántas autoras has leído este año?” me llegó a turbar, puedo dar una respuesta… digamos equilibrada: 12 escritoras y nueve escritores. ¿Quizás sea este el año en que el género femenino le gane al masculino en mi librero?
¿Pero por qué traigo a colación mis estadísticas de lectura? Ah, pues resulta que hoy, 16 de octubre, andamos de manteles largos las lectoras y, especialmente, las amantes de la pluma: ¡es el Día de las Escritoras! Aunque sólo se celebre en España…
De acuerdo con Wikipedia, que sí sirve para sacarnos una que otra duda, “El Día de las Escritoras surgió por iniciativa de la Biblioteca Nacional de España, la Asociación Clásicas y Modernas y la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe) para compensar la discriminación histórica de las mujeres en la literatura”. ¿Hay aquí algún escéptico de esta discriminación? Basta con que intente nombrar una docena de escritoras ―mexicanas, de ser posible― o voltee hacia su propio librero: ¿cuántas autoras lo pueblan? Apuesto que si hay, son las menos.
El de 2017 es el segundo Día de las Escritoras, convocado al lunes siguiente al 15 de octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús, autora de poesía mística. Sin embargo, el interés por visibilizar a las escritoras ya tiene un tiempo palpitando en la Península. Por ejemplo, la escritora Laura Freixas se ha dedicado a reflexionar sobre el tema y a subsanar la carencia de visibilidad femenina en la literatura con el libro Madres e hijas, una maravillosa compilación de cuentos acerca de dicha relación filial. Asimismo, es autora de La novela femenil y sus lectrices, ensayo donde expone los prejuicios masculinos sobre la literatura escrita por mujeres… Y vaya que algunos son tan ridículos que más que coraje, dan risa.
De España tampoco podemos olvidar la iniciativa Adopta una Autora, extendida a lo largo de buena parte del mundo hispanohablante y que trata de que cada lectora (o lector, claro), dedique tres reseñas a una escritora con el fin de dar a conocer su obra; o La Nave Invisible, dedicada a divulgar, promocionar y reconocer a escritoras de fantasía, ciencia ficción y terror. Por su parte, El País tuvo a bien reunir “19 libros escritos por mujeres que deberían leer todos los hombres” (https://goo.gl/Vtw3Ac), ¡una lista imperdible!
En México, tenemos al colectivo Libros B4 Tipos, un club de lectura enfocado en la literatura escrita por mujeres, con una fuerte perspectiva feminista. Cada mes sus 14 integrantes (13 booktubers y una blogger) escogen un libro y al finalizarlo, lo discuten online por medio de HangOut.
Si hace un tiempo nos era complicado nombrar una gran variedad de escritoras más allá de las autoras de best sellers o las vacas sagradas de la literatura (esas que de todas formas, pocos leen), ahora nos resulta más fácil encontrar joyas perdidas gracias al esfuerzo colectivo. Porque definitivamente, escritoras hay, muchas y talentosas, lo único que hace falta es darlas a conocer.
Y si a todo esto alguien se pregunta cuáles han sido las autoras que he leído este año, aquí van: Almudena Guzmán (Calendario¸ antología de poesía), Svetlana Aleksiévich (Voces de Chernóbil), Jane Austen (Emma), Tracy Chevalier (La joven de la perla y Las huellas de la vida, novelas históricas), Martha Riva Palacio Obón (Lunática, poesía infantil), Natasha Kampusch (3096 días), Blanca Álvarez (Aún te quedan ratones por cazar, breve historia previa al ataque a Nagasaki), Jacqueline Wilson (El club de las mariposas, ¡sororidad infantil!), Clarice Lispector (La hora de la lámpara), Inés Arredondo (Cuentos Completos del Fondo de Cultura Económica), Edmee Pardo (El Brasier de mamá) y el tesoro canadiense Lucy Maud Montgomery (Ana, la de Tejas Verdes y Crónicas de Avonlea). ¡Tenga para que se entretenga!
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