En las dos anteriores ocasiones que contendió como candidato presidencial y en esta tercera, Andrés Manuel López Obrador ha tenido oportunidad de concretar alianzas con organizaciones y partidos políticos y al desecharlas ha perdido la oportunidad de ganar. En una alianza ambas partes ceden un poco para llegar a un acuerdo. El problema con AMLO- salvo ahora con el PT que no ha de pedir mucho- es que siempre se quiere quedar «con todas las canicas». Si al PRD de Barrales les hubiera ofrecido algo más o menos atractivo y si a Dante Delgado y su MC les hubiera cumplido lo que pedían, hubiera asegurado el triunfo en 2018, con los 13 o 14 puntos de esos partidos. Pero no sabe negociar, no quiere desprenderse de nada.