Su sola mención creo que pone a temblar a más de uno. Su sombra me acompaña desde mis años mozos cuando la Tía Tere, esa mujer capaz de cargar botes de escombro al hombro, palear grava, arena o hacer hoyos y poner los adoquines de su casa, perdió la fuerza, perdió músculo, perdió su cabello… pero jamás su belleza. El cáncer la consumía pero no podía apagar su sonrisa. Eran los 80, y la palabra si bien no era nueva, sí era extraña en la familia.

Ya había escuchado alguna vez que fulano tenía cáncer, pero me era tan lejana la enfermedad como su misma constelación… era un enigma para mi corta edad y estoy seguro que para el resto de mi familia, el entender cómo esta enfermedad se había apoderado de mi tía, tan fuerte, tan sana, tan llena de vida… aunque no estoy seguro si mi familia se preguntaba cómo es que había un cáncer en el cielo.

II

Por más que atisbaba en la bóveda celeste, sólo tenía la certeza de ver a Escorpio, a la Osa Mayor, y creía ver a Orión, guiado por su cinturón, pero nunca pude ver a Cáncer… y menos comprender cómo este animal que atacó a uno de los héroes de mi infancia había sido premiado con la gloria eterna… ¡chocaba con mi educación religiosa! Carcinos intentó lastimar a Heracles y muere bajo el talón del semidiós que luchaba en ese momento contra la Hiedra de Lerna ¡y lo suben al cielo!

Cuando niño, yo creía que le decían cáncer porque el tumor tomaba forma de tal, incluso lo creía del color de la jaiba, blanca con tintes naranjas, pero no… el tiempo más tarde me lo explicaría mejor…

La creencia de que era una nueva enfermedad de los 70 y 80, se vino para abajo cuando las clases de etimologías en la prepa me mostraron que era un mal descubierto hace muchos siglos y que si fue llamado “Cáncer” era porque los médicos, al descubrir el tumor, se percataban que éste se aferraba con la misma ferocidad que un cangrejo con sus tenazas…

III

De un modo u otro, en estos momentos de mi vida, el cáncer me acompaña. De la manera maligna (como el tipo de tumor), con la familia; de manera benigna, conociendo a mujeres como la doctora Rogelia López y el grupo Juvecan de Coatepec, y recientemente a Vanessa Villanueva Cambranis, quien con Adriana Vidal, Lili Hernández, Michelle Martínez y Jorge Zetina, entre otros, harán una jornada sumamente interesante: “Embelleciéndome durante el cáncer”.

Si bien está enfocado directamente a la mujer y más en este octubre, creo que es de interés general para todos… al final, cuando un familiar se enferma, repercute de un modo u otro y en distintas maneras en el resto de la casa. Las historias de esposos que acompañan a su mujer en este trance son bálsamos, pero los que llegan a abandonar a su esposa son realmente pesadillas. Las historias de cómo esta enfermedad desbarata o pulveriza la economía del hogar igual carcomen el alma.

Ojalá me equivoque, pero de cierto modo, de una forma u otra, estamos ligados a esta enfermedad… ya tenemos a un pariente con cáncer… ya tenemos a un amigo o amiga con cáncer… ya tenemos a un vecino con cáncer… ya nos hablan de que un conocido tiene a alguien con cáncer…

La enfermedad es desgastante, por cualquier lado que se le mire… creo que jornadas como “Embelleciéndome durante el cáncer”, para aquellas mujeres que han sido diagnosticadas, que enfrentan la enfermedad, o que la han superado, pueden ser en un mundo convulsionado por este mal, un remanso de paz donde la verdadera belleza esté en el valor de enfrentar el cáncer con una hermosa sonrisa, como la de la tía Tere. Ojalá se animen y vayan. La cita es este viernes, de 9 am, en el Aula A de RTV, en Xalapa… si está interesados, por usted o su familia, pida su pase al 2281024659 y 2281251772. El evento es gratuito.

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