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James Matthew Bradley Jr., de 61 años, quién transportó a un grupo de migrantes en Texas, de los cuáles 10 fallecieron, podría ser condenado a cadena perpetua, informó AFP.

El acusado presentó su declaración ante una corte Federal estadounidense, y es acusado de asociación delictiva, y de transportar inmigrantes con “resultado letal”. Sin embargo, si Bardley Jr hubiera ido a juicio podría haber sido condenado a muerte.

En el camión, que fue encontrado en julio pasado en un estacionamiento de Texas, únicamente se encontraron 39 migrantes, la mayoría mexicanos que viajaban hacinados en el remolque del transporte. No obstante, de acuerdo a los expedientes judiciales, los sobrevivientes afirmaron que la cifra real podría alcanzar hasta 200 personas.

Los migrantes tuvieron problemas para respirar a medida que la temperatura aumentaba y generaba una sensación térmica cercana a los 50 grados Celsius, debido a que según investigadores, el sistema de aire acondicionado no funcionaba.

En su defensa, el chofer argumentó que él solamente cumplía las órdenes de su jefe, y que incluso intentó conseguir ayuda cuando encontró a los migrantes, aunque el acusado no recurrió al 911.

Las personas tuvieron problemas para respirar a medida que la temperatura aumentaba y generaba una sensación térmica cercana a los 50 grados Celsius. Foto: Infobae

Además de Bradley Jr hay otro acusado en el caso, se trata de Pedro Silva Segura, de 47 años de edad, quien todavía enfrenta cargos por asociación delictiva y por transportar y alojar inmigrantes que se encuentran en el país con ánimos de lucro y “resultante en muerte”, informó AFP.

Este segundo sujeto también enfrenta cargos por transportar migrantes con resultado en lesiones graves y poner sus vidas en riesgo. La fecha de su juicio no está fijada aún y tampoco tiene derecho a fianza.

“La admisión de culpabilidad del señor Bradley contribuye a cerrar la puerta a uno de los asociados responsables de la trágica pérdida de vidas y de los estragos que afectaron a quienes sobrevivieron a este horrible incidente”, indicó el agente especial Shane Folden, a cargo de la Unidad de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional en San Antonio.