Hay mucha gente que opina que en general los contadores públicos son muy «cuadrados», que se preocupan hasta de que falta un centavo para cuadrar una cuenta. Pero al mismo tiempo tienen fama de que son buenos para la fiesta y «la jarra». Comenta Luis Manuel Calatayud en el Facebook que «contador que no chupa, balanza de comprobación que no checa».