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SINEMBARGO.MX

El Instituto de Antropología e Historia (INAH) en colaboración con la National Geographic Society conforman el proyecto titulado Gran Acuífero Maya (GAM) con el que realizarán un mapeo subterráneo de las principales estructuras de la antigua Ciudad de Chichén Itzá, en Yucatán.

Según informó el INAH, a través de un comunicado, los investigadores buscan estructuras subterráneas debajo de las ruinas,  que de encontrarse, confirmarían que los Mayas se habrían guiado por una “geografía sagrada” para diseñar la urbe. Los científicos esperan encontrar estas cuevas o cenotes conectando edificios importantes como son el Castillo o Templo de Kukulcán, el Osario y el Cenote Sagrado.

El equipo está conformado por expertos del INAH, ingenieros de la National Geographic Society y la Universidad Estatal de California. FOTO: INAH /Cuartoscuro

Para realizar la investigación los antropólogos del INAH emplearán tecnología facilitada por National Geographic Society cuyos ingenieros también colaboran en el proyecto. Estos aparatos han sido adaptados al ambiente y las características geográficas de Chichén Itzá.

Guillermo de Anda, Director del Proyecto GAM e investigador del INAH, considera que es muy factible que se encuentren estas cavidades en el interior de la ciudad, dado que se ha encontrado en investigaciones previas, realizadas por expertos de la UNAM entre el 2015 y el 2016, un patrón de “arquitectura-cueva o arquitectura-cenote” en la zona arqueológica.

Investigadores de la UNAM han realizado hallazgos sobre un sistema de “arquitectura-cueva” en la zona arqueológica. Foto: Especial

Estos hallazgos han confirmado la existencia de una segunda estructura y un cenote de 20 a 25 metros de diámetro justo debajo del Castillo, indicó el INAH.

Previo a esta investigación, el GAM realizó una exploración mediante un radar de penetración terrestre, que a través de señales electromagnéticas dirigidas a los muros y elementos arquitectónicos y encontró una serie de anomalías en el muro ubicado detrás del Trono-Jaguar. Según el arqueólogo del INAH, estas anomalías podrías indicar vacíos, ofrendas, depósitos mortuorios u otros elementos intramuros.

Descubrir con certeza a qué se deben estas cavidades aportaría información útil para la preservación del sitio arqueológico, proceso en el que ya están trabajando las autoridades.

EL CENOTE SAGRADO

La National Geographic Society ha aportado instrumentos para explorar el interior de la zona arqueológica. Foto: Especial

Chichen Itzá es una zona arqueológica compleja, y su estudio requiere de equipo especializado, en el caso del Cenote Sagrado, los expertos han empleado un sonar de barrido lateral que requirió ser adaptado a un kayak para poder enviar señales a las paredes y al fondo del cenote y de esta manera realizar una exploración del espacio. La última investigación que se había realizado antes de este proceso, fue en los años sesenta.

El recorrido realizado con el sonar de barrido lateral demostró la existencia de una caverna de tres metros de diámetro aproximadamente, que se encuentra alineada con dirección al Castillo. La exploración también arrojó que el interior del Cenote presenta diversas variaciones de profundidad en su lecho.

“Una teoría para esta variación en la profundidad es que puede deberse a la polea o ‘mano de chango’ que Edward Thompson usó en 1904 para extraer material del cenote”, señaló el experto. Esta tecnología resultó altamente invasiva para el espacio arqueológico.

PRESERVACIÓN DE LA SUSTENTABILIDAD

Los científicos también realizarán un estudio químico enfocado a preservar la sustentabilidad de la zona. Según explicó el biólogo Arturo Bayona Miramontes se han tomado muestras de agua y se han analizado once reactivos químicos entre estos: temperatura, turbidez, pH, nitratos, nitritos, fosfatos, amonio, cloruros, dureza total, detergentes y coliformes de los cenotes Sagrado y Xtoloc. Este estudio ha demostrado que la zona presenta condiciones adecuadas de manejo, incluso después de décadas de presentar un alto flujo turístico.

No obstante, los expertos han encotrado que los dos cuerpos que se encuentran unidos en el subsuelo presentan un grado de alcalinidad diferente, de 9.0 en el cenote Sagrado y de 8.5 en Xtoloc.

Estudios microbiológicos encontraron cuatro especies de algas en el cenote Sagrado causantes de la coloración verde del agua, a diferencia del tono café que tiene Xtolc. Los investigadores aún se encuentran analizando el origen de estas diferencias.

EL OSARIO

El GAM en colaboración con especialistas de la Universidad Estatal de California realizan un estudio para revalorar cuál fue la función del Osario en Chichén Itzá. Foto: Especial

En este edificio el GAM colabora con especialistas de la Universidad Estatal de California, con quienes se encuentran revalorando la función que tuvo para la cultura maya.

“A diferencia de la cosmovisión europea, donde las deidades estaban en el cielo, en el mundo maya, lo más sagrado y vivo era la tierra, por ello es que formaciones como cuevas y cenotes eran tan sagrados, pues eran una vía de acceso al interior de la tierra, es decir, a la presencia de los dioses”, indicó uno de los científicos.

Los estudios en el Osario se llevan a cabo mediante un radar de penetración terrestres y otros dispositivos como drones con tecnología LIDAR que tienen la capacidad de identificar el calor. En este espacio el GAM espera encontrar túneles o pasajes que conecten con la caverna del Castillo y sus estructuras tempranas, dadas las semejanzas arquitectónicas entre ambos edificios.

MODELO DIGITAL EN 3D

El GAM realiza un mapeo subterráneo de sus principales estructuras, con el cual se espera confirmar la “geografía sagrada” que habría guiado a los mayas en el diseño de esta urbe.
FOTO: INAH/Cuartoscuro

El GAM tiene como objetivo crear el primer modelo digital en tercera dimensión que permita realizar registros y estudios de la superficie, las cuevas, los pasadizos y los cenotes del subsuelo que conformaron esta ciudad maya.