*Tradición de un respetuoso homenaje a los fieles difuntos.

*Iniciado por Leoncio Chama y que conserva su hijo Mario Chama Díaz

*El Pueblo participa con entusiasmo y con devoción…

“Tus ojos están cerrados…pero abiertos en mi corazón”.

Alfonso Mora Chama

Se van en ese adiós definitivo, pero no las olvidamos. Están en nuestra mente y en nuestro corazón. Son los fieles difuntos. Merecen un homenaje y una dedicatoria y qué mejor que en estos días de Todos los Santos, para lo cual Mario Chama Díaz, continúa con una tradición iniciada por su señor padre, el maestro Leoncio Chama Vázquez.

Fecha que no se olvida para darles una ofrenda: Arco Floral, artesanal para los fieles difuntos, elaborado en el rancho de Mario Chama, en ese paisaje que encierra medio cielo, Comalapa añorado de nuestra infancia en las fincas de las tías, Tina y Josefita…caminata diaria y mañanera para llevar los costales para el café, la romana y distribuir los surcos a las cortadoras, en ese Comalapa de su río en donde las señoras de El Calvario acudían a lavar la ropa…de aquí, ahora, parte el arco floral para los fieles difuntos.

Es fecha dolorosa ciertamente, pero a la vez de tranquilidad espiritual sabiendo que los muertos, nuestros familiares ausentes estarán en la ofrenda departiendo lo depositado en ella, el brandy, el tequila o el aguardientito. Los tamales, el pan y los dulces de jamoncillo y las frutas. el fuerte aroma del Cempasúchil, la veladora, las ceras amarrillas de las velas, las canastitas repletas de dulce…las fotos de nuestros ausentes.

Para ello, Mario Chama ofreció ayer por la tarde el Arco Floral a los difuntos, participando su familia y la gente sencilla, humilde y típica de Teocelo, caminando desde el rancho de medio cielo, continuando por la avenida 5 de mayo, haciendo un alto en la entrada de la parroquia de la Asunción de María, siguiendo alrededor del parque, retornar a 5 de mayo y finalmente a la puerta del panteón municipal. La banda de pueblo, con su tambora y saxofones, la trompeta y el platillo animan e invitan a la gente a bailar durante el trayecto, los niños disfrazados ponen la nota alegre y con el clásico pasito de este pueblo, contagian para que hagamos lo mismo.

Es Teocelo, es su costumbre, su tradición, homenaje a nuestros difuntos, cuando se coloca el arco floral en la puerta del panteón ya entrada la noche y el aplauso en general por la llegada a la meta, en un año más que cumple con la iniciativa de su padre, Mario Chama Díaz.