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El Demócrata

Gran parte de la vida de Leoncio Herrera López se fue en el ferrocarril.

Recuerda el Día del Ferrocarrilero con tristeza por la pérdida y abandono de ese medio de transporte en Veracruz.

“En un principio era una armonía de transporte bastante bonita, se veía ese movimiento de carga, pero ahora va usted a la estación y casi está usted viendo las estaciones del norte volar los papeles por las vías, me daría gusto que volvieran a surgir los ferrocarriles”, narra.

Durante casi 30 años formó parte de la División Xalapa de Ferrocarriles. Le tocó la última etapa de la misma.

En 1964 cambió el rumbo de su vida. Estudiaba la Licenciatura en Arquitectura, pero uno de sus profesores le ofreció ingresar a Ferrocarriles de México.

Viajaba con frecuencia al puerto de Veracruz, Tierra Blanca, Matías Romero, Orizaba, Esperanza y Puebla Oriental.

Lo jubilaron en 1992 por los años de servicio. Trabajó hasta días festivos por ser el único del Departamento de Pruebas, Análisis y Control de Calidad sin el grado de licenciado.

Ahora, se siente orgulloso de haber “sacado adelante” a sus cuatro hijos, pues dos de ellos ya son profesionistas.

Sin embargo, lamenta ver las vías del tren vacías, con pocas rutas al Estado de México y al Puerto de Veracruz.

“Ya no tiene uno ni voz ni voto en los ferrocarriles, menos porque nunca fui sindicalizado, fui de confianza”, relata.