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Cuando crecía en Nueva York en los 80, el comediante Hari Kondabolu era como muchos jóvenes. Miraba Los Simpson, era fanático de la serie animada. Pero algo le molestaba.

Entre los bebedores, los médicos incompetentes, los payasos y los intelectuales chiflados de Springfield había un personaje realmente bufonesco: Apu, el empleado del mercado Kwik-E-Mart que vendía alimentos caducos, estafaba a los clientes y los despedía con la cantilena “gracias, vuelva pronto”.

Para Kondabolu y muchas otras personas de origen surasiático, el personaje de abdomen abultado y fuerte acento era causa de acoso en el mundo real, autodesprecio y vergüenza. Apu, el único inmigrante indio retratado en la cultura popular, era un bufón.

Kondabolu asegura que el personaje es un estereotipo ofensivo. Foto: AP

“Este personaje, el único que nos representa aquí, llevó a muchos chicos nacidos y criados aquí a sentir que no eran estadounidenses”, dijo Kondabolu. “El racismo, si no se lo corta de raíz, encuentra la manera de mutar y sobrevivir”.
Kondabolu, cuya rutina cómica y podcasts se centran en temas sociales, está devolviendo el golpe con el documental The Problem With Apu (El problema de Apu), que saldrá al aire el domingo por truTV.

Su creador espera que el filme sea tan gracioso como ilustrativo, algo importante si uno quiere declararle la guerra a una de las instituciones animadas más queridas de la televisión. “Como comediante, si vas a matar la alegría, solo puedes hacerlo con alegría”.

El documental incluye entrevistas con otros artistas de origen surasiático como Kal Penn, Aziz Ansari, Aasif Mandvi y Hasan Minhaj, a quienes también disgusta Apu. Vivek Murthy, quien fue director de salud pública de Estados Unidos, recuerda que en séptimo grado lo acosaba un chico que remedaba el acento de Apu.

“No se trata de si es gracioso. Eso no es lo que está en discusión. Es un personaje defectuoso, visto a través del lente de un estereotipo. Creo que a veces la gente confunde lo que es gracioso con lo que está mal”, dijo Kondabolu.
A quienes dicen que Los Simpson ofenden a gente de toda clase de orígenes étnicos y culturas, Kondabolu responde que algunas imágenes tienen un impacto más duradero sobre todo porque son escasas.

“Si tienes apenas un puñado de representaciones, cada una cuenta más porque es lo único que ves”, dijo. “Si eres un hombre blanco cuarentón, puedes ser cualquier cosa. Puedes ser el policía o el ladrón. Puedes ser el presidente, puedes ser el asesino”. En cambio, las personas pardas son de dos tipos: terroristas astutos o empleados y conductores de taxi.