Aun cuando los pobladores de Agua Azul realizaron trabajos de desazolve sobre el río que alimenta a las Cascadas, éstas continúan sin la suficiente agua.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) la situación es aún crítica y el atractivo turístico sigue dañado.
En la víspera con palas, picos y otro tipo de herramienta rústica los ejidatarios retiraron sedimentos del fondo del afluente; sin embargo, no lograron solucionar, ya que actualmente 85 por ciento circula por la margen izquierda.
Asimismo, lograron cortar con una motosierra un árbol que con la lluvia se derrumbó y afectaba la corriente de agua. Hoy los ejidatarios dejaron de realizar los trabajos por el riesgo que representas ya que hay zonas profundas y es difícil acceder.
Cabe hacer mención que, en la zona de Agua Azul, llueve todo el año.