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Con información de RT

La costa de la Polinesia Francesa albergará en 2020 la primera “ciudad flotante” —con un proyecto de viviendas para 300 personas— del mundo, informa The Independent.

¿Cómo será esta urbe sobre el agua? Joe Quirk, presidente de la organización sin ánimos de lucro Seasteading Institute, explicó que el proyecto consiste en la construcción de una plataforma habitable en medio del mar que contaría con gobierno propio, viviendas y todo tipo de servicios. A juicio de Quirk, el florecimiento de estas naciones flotantes recuperará el medio ambiente, proporcionará riqueza a los pobres, sanará a los enfermos y liberará a la humanidad de los políticos. Un panorama idílico.

Los llamados ‘seasteaders’ (término que viene a significar ‘colonos del mar’) quieren construir plataformas habitables para albergar granjas acuícolas rentables, servicios de salud flotantes, islas de investigación médica y producción energética renovable. “Nuestro objetivo es maximizar la libertad empresarial para crear empleos azules con objeto de dar la bienvenida a cualquier persona al próximo Nuevo Mundo”, explican.

Según explican en su página web, los promotores del proyecto constituyen un equipo global diverso compuesto por biólogos marinos, ingenieros náuticos, acuicultores, especialistas en derecho marítimo, investigadores médicos, personal de seguridad, inversores, ambientalistas y artistas.

Los pronósticos apuntan a que el año que viene se inicie el desarrollo del proyecto. Foto: www.seasteading.org

El Gobierno de la Polinesia Francesa está creando una zona económica especial para que el Seasteading Institute demuestre la viabilidad del proyecto, cuyo coste asciende a 167 millones de dólares. Las autoridades de este país han ofrecido 40 hectáreas de territorio frente a la costa para que el grupo opere. “Podemos crear una gran diversidad de gobiernos para una gran diversidad de personas”, asevera Quirck.

El lugar concreto donde se llevará a cabo el proyecto no ha sido revelado pero se sabe que sus promotores construirán una planta para vender energía y agua limpia al Ejecutivo de la Polinesia Francesa.

“El proyecto no es del todo factible desde la perspectiva de la ingeniería. Está todavía muy lejos de convertirse en realidad”, confesó a The New York Times el multimillonario Peter Thiel, quien ha invertido 1.7 millones de dólares en el Seasteading Institute.

Los pronósticos apuntan a que el año que viene se inicie el desarrollo del proyecto y seguidamente dé comienzo la construcción de plataformas flotantes. Muy pronto estas podrían ser el escenario de la ida cotidiana de miles de personas.

Las autoridades de de la Polinesia Francesa este país han ofrecido 40 hectáreas de territorio frente a la costa para que el grupo opere. Foto: www.seasteading.org