El Papa Francisco abrió hoy las puertas del Vaticano a mil 500 pobres en Roma, Italia, y otros países europeos, con quienes compartió la mesa y un menú a base de ñoquis, albóndigas y polenta. El momento fue amenizado por la Banda de la Gendarmería Vaticana y el coro «Las dulces notas», compuesto por niños de 5 a 14 años. El líder católico destacó que, con la comida, se busca dejar en claro que el centro del mensaje cristiano es «estar pendiente del que tiene más necesidad». La información es de Notimex.