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EFE

El primer ministro canadiense Justin Trudeau firmó hoy con su par chino Li Keqiang una declaración conjunta, donde ambos gobiernos se comprometen a actuar contra el cambio climático y adoptar “pasos decisivos” para disminuir emisiones de carbono y por el desarrollo sustentable.
La declaración ambiental define como un “desafío global” al cambio climático y urge transitar a una economía de crecimiento limpio, lo cual exige una respuesta “decisiva, cooperativa y cooperativa por parte de los gobiernos, las empresas y otros actores”, en un contexto de desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza.

En su declaración, Trudeau y Li coincidieron en que la intensificación de la cooperación entre Canadá y China es vital para mitigar el cambio climático y adaptarse a sus efectos en todo el mundo.

Destacaron que la protección ambiental y el crecimiento económico “van de la mano”, por lo que se comprometieron a tomar medidas concretas para alentar la transición a una economía y sociedad competitivas, bajas en carbono y resistentes al clima, y promover el crecimiento limpio.

Aunque había altas expectativas de que en la primera visita de Trudeau a China se anunciara el inicio de negociaciones para un tratado bilateral de libre comercio, este lunes no hubo anuncios en ese sentido, pero sí trascendieron diferencias de logística, según reportaron medios canadienses.

La prensa canadiense reportó algunas situaciones, como el hecho de que Trudeau promoviera en la red Sinai Weibo, el gigante de internet de China, los destinos turísticos canadienses, sin que se le autorizara realizar una transmisión en vivo por redes sociales.

Cuando Trudeau se disponía a saludar a Li en la Gran Muralla, oficiales de seguridad bloquearon la vista a los fotógrafos con manos y cuerpos, y además se informó que un funcionario de la cancillería china reclamó a su contraparte canadiense por no traer los pasaportes de los reporteros que acompañaban al primer ministro.

Después del encuentro de este lunes entre ambos jefes de gobierno, estaba prevista una conferencia de prensa conjunta que fue cancelada por el gobierno chino, según informó la cancillería canadiense.

No obstante, el protocolo se mantuvo y Trudeau declaró que el encuentro es un precedente hacia el primer acuerdo comercial con un país del G7, “hay un deseo de que lo hagamos bien”, aunque aclaró que su gobierno busca un comercio progresista que incluya los temas de género, laboral y medio ambiente.

Por su parte, Li dijo que el encuentro es un testimonio de la “era de oro” en la relación bilateral, y dijo a Trudeau que “también muestra la importancia que usted atribuye a la relación entre nuestros dos países”.

Además del comercio, el primer ministro canadiense busca en esta gira promover el turismo, por lo que anunció que en 2018 ambos países celebrarán el “Año del Turismo Canadá-China”.

Durante esta visita de cuatro días, se espera que Trudeau avance hacia un eventual tratado de libre comercio, pero al mismo tiempo se espera abordar con China el caso de la detención de una pareja canadiense de Vancouver que fue arrestada en el país asiático desde marzo de 2016.

Según explicó la hija de los detenidos, Amy Chang, en una carta en que pidió a Trudeau su intervención, sus padres poseen viñedos en Ontario y Columbia Británica y fueron acusados por las autoridades chinas de no reportar adecuadamente el valor del vino que exportan a Asia.

A pesar de que su madre fue liberada de prisión, el gobierno chino no le permite dejar el país, mientras que la salud de su padre arrestado se deteriora.

La joven de 24 años pidió a Trudeau que intervenga por la liberación de sus padres, quienes han contribuido a la economía canadiense y se encuentran presos por razones comerciales.

Al respecto, el ministro de Comercio Internacional de Canadá, Francois-Philippe Champagne, quien acompaña a Trudeau en la gira, expresó que este caso lo toma como algo “muy personal” y recordó que “hemos expresado a nuestra contraparte china nuestra insatisfacción y preocupación al respecto”.