Con 74 votos a favor y 28 en contra, el Senado aprobó que se integren las modificaciones de las comisiones al dictamen de la Ley de Seguridad Interior.
A las 14:40 horas de este jueves, el pleno de la Cámata Alta inició la discusión del dictamen de la Ley de Seguridad Interior, con modificaciones a la minuta que recibieron de la Cámara de Diputados el pasado 30 de noviembre.
La senadora priísta Cristina Díaz presentó en tribuna el dictamen aprobado por la Comisión de Gobernación –que preside-, y las comisiones de Defensa Nacional, Marina, y Estudios Legislativos.
“Concluyo. Senador, queda claro, ¡no se militarizarán las calles, al contrario, se pone orden!”, expresó la senadora con un tono alzado de voz desde tribuna.
En su intervención, el senador petista Benjamín Robles Montoya, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, se manifestó contra la Ley.
Presentó a los legisladores documentos en donde organismos internacionales solicitan que el Senado reconsidere aprobar el dictamen, “pues es un grave riesgo hacia la militarización del país”.
La Ley de Seguridad Interior tiene por objeto regular la función del Estado para preservar la seguridad interior mediante las fuerzas armadas, así como establecer las bases, procedimientos y modalidades de coordinación entre los Poderes de la Unión, las entidades federativas y los municipios en la materia.
Sobre la minuta original que recibieron de Diputados, las comisiones unidas del Senado hicieron 10 modificaciones: cambios a nueve artículos de la Ley y una adición del artículo Quinto transitorio.
Por ejemplo, la adición condiciona a los gobiernos locales y municipales que soliciten ayuda de las fuerzas armadas para atender una emergencia de seguridad interior en su demarcación, a que entreguen un plan, con plazos, acciones y presupuesto para depurar y profesionalizar a sus policías.
Se espera que la votación del dictamen tenga los votos en contra del PT, PRD y de algunos panistas, sin embargo, de aprobarse la Ley de Seguridad Interior este jueves sería enviada inmediatamente a la Cámara de Diputados para que ratifiquen los cambios, y pueda ser enviada al Ejecutivo para su promulgación.