La priista que más se manifestó en los últimos meses como contraria a un candidato que no fuera designado por la militancia fue la ex-gobernadora de Yucatán y ex-Secretaria General del PRI, Ivonne Ortega. Al momento de la designación de José Antonio Meade como precandidato, obtuvo acuerdos para disciplinarse y apoyar. No sabemos si, además, logró la candidatura a otro cargo de elección popular, pero sí se sabe que logró la candidatura para gobernador a favor de un personaje que creció durante su mandato como gobernadora: Mauricio Sahuí Rivero, quien dejó en el camino a dos «gallos» poderosos: Jorge Carlos Ramírez Marín y Pablo Gamboa, hijo de Emilio. En la política mexicana, el que hace escándalo y presiona, normalmente algo consigue.