*Mi ciudad es Chinanpa en un lago escondido. Camelot
DE XALAPA A MEXICO
Ciudad de México, desde la antigua Tenochtitlán, donde en un tiempo los aztecas se sintieron dioses, escrito desde el piso 12, cuarto 1231 del hotel Sevilla Palace, la sucursal del Liabeny de Madrid, en pleno Paseo de la Reforma, un jueves 21 a la medianoche, cuando el gallo cantó y en su canto dijo, Cristo nació, según los cantos de la Rama, que siempre se va muy agradecida o por todo el alambre, dependiendo las propinas. Hace dos noches capté una Rama, un niño de unos 11 años llevaba su ramita con una farola colgada, humilde pero alegre. Entró al restaurante Madison de la Concordia y le pedí la cantara. La Rama está desapareciendo porque la gente, algunas, son muy marros y no dan propinas. Hay que darle a los niños, o uno o cinco pesos o lo que lata su corazón, para que esa tradición siga continuando en México. Según Wikipedia, que todo lo sabe, la Rama nació en nuestras tierras veracruzanas, en las llanuras del sotavento y en la Cuenca del Papaloapan, por mi tierra. Se canta del 16 al 24 de diciembre, cuando se dan las posadas, aquellos que en el nombre del cielo os piden posada. Todo por reverenciar al Niño Dios, porque en el año 753 de la Fundación de Roma, un niño nació en un humilde establo de la aldea judía de Belén, su madre lo envolvió en pañales y lo arropó junto a las patas de los animales, porque no había encontrado posada.
LA COMIDA DE AMIGOS
Llegué temprano a Xalapa. Una comida compromiso con el grupo de ‘Cada Quien Paga Lo Suyo’, conformado por periodistas (Hakim, Cadena, y Orlando, junto a Corichi, que no lo es pero debía serlo), un contador, Carlos Hernández, un Magistrado que fue presidente, Alberto Sosa; un doctor exsecretario de Salud, Lila de Arce, un socialité, Gonzalo Lara, Pierrot Uribe, que llegó de colado, digo, de invitado. Un expresidente casi de todo, Amadeo Flores Espinosa. Allí en La Gavia jalapeña con unos dos tragos de vino y una comida a petición de cada quien y cada cuál, se nos fue la tarde. Luego, partí para Ciudad de México por la autopista que no es de los mugres Capufe, concesionada por Peña y el inútil secretario del socavón, Gerardo Ruiz Esparza, a la empresa española OHL, grupo de construcciones y concesiones que están presentes en 30 países de los 5 continentes, favorecidos por el poder del grupo Atlacomulco, pero nada como los malosos y transas de Odebrecht, que traen en jaque a Lozoya y su lozoyazo. En un tiempo hicieron esa autopista que pasa por la tierra de Pepe Yunes, Perote, llega a Puebla y se enlaza al nuevo tramo que hizo el mismo presidente con Moreno Valle. El puente elevado que evita pasar por la Volkswagen, donde había atascos al por mayor, de horas, arreglado como el mismo tramo que llega al entrar a México, en Chalco, que le hicieron un paso libre y se dejaron atrás los atascos. Una gente cercana al Capitán Alejandro Montano, que será o ya es los ojos y la conciencia del gobierno federal, al ser el Osorio Chong de Veracruz, me comentó le pidiera al alemanista para que, con el poder de su influencia federal, tramitara ante Capufe, con Benito Neme, dos veces compadre del presidente Peña, que al tramo que baja de Esperanza a Orizaba, que en esta temporada de neblinas y fríos no se ve más allá de las narices, le pusieran los reflectores al piso, como los tiene ahora mismo la avenida Zaragoza en México, cuando se entra a la ciudad. Si Montano lo logra, cientos de automovilistas le vivirán agradecidos, porque allí a cada rato hay accidentes y alcances donde, a veces, llegan a ser 10 o 12 autos los que se impactan. Seguro.
EN EL CAMINO
Bordeamos Puebla, en las casetas los vendedores de camotes poblanos y los cacahuates garapiñados y las papas fritas caseras y lo demás, logran hacer de este tipo de comercio, una verdadera fuente de empleos informales, porque son muchos los que allí viven de ese esfuerzo, de ese trabajo, de aquellas mujeres y hombres que no se rinden y todas las mañanas, con lluvia o frio, con calor o viento, allí están buscando el ingreso diario. Gente de bien. Avistamos Zaragoza. Entramos Viaducto para entroncar Reforma, ver Insurgentes de lado y tomar la glorieta de Cristóbal Colón antes de ver al indio Cuauhtémoc, impávido como lo pusieron. Tiembla en el camino. 5.2 con epicentro en Pinotepa Nacional, tuitea López Dóriga, lo que me hace pelear con la empleada del hotel y pedirle un piso bajo, el más bajo que tengo es el 12. Ay nanita, de cualquier manera, razono, si hay un temblor no da tiempo a bajar porque los elevadores se inhabilitan. Me rindo, me persigno y pienso que estos españoles construyen muy bien sus hoteles. Han soportado temblores y terremotos y no se han caído. Esperemos que así sigan, por los siglos de los siglos, amén.
EN EL SEVILLA PALACE
Me registro, reviso el cuarto, está frio, pongo la calefacción y parto a la calle. Es medianoche, le pregunto a un poli que por aquí vigila si no hay peligro para ir al Sanborns de Slim, que está a dos cuadras. Me dice que no, que hay bastante vigilancia. El miedo no anda en burro y esta ciudad, que es bella y que rivaliza con la que le pongan, con su Centro Histórico bellísimo, y con sus grandes avenidas como Insurgentes y Reforma, y los rascacielos y los altos y bellos hoteles, allí camino. El Sanborns cerrado, a la medianoche se acuerpan. Más vale. La inseguridad aún permea en esta ciudad. No es como Madrid, que la caminas a cualquier hora y sin peligro. Aquí no se ha superado ello, y pensamos cuando la administró Marcelo Ebrard, que vino a poner más quietud y seguridad, y descuidó este jefe de gobierno, por andar de calenturiento de querer ser candidato a la presidencia por el frente, donde lo único que logró fue un frentazo de Anaya, que tenía amarradísima la candidatura con el Pelón Dante y la Barrales. Miguel Ángel Mancera es un fracaso, y se quedó como el perro de las dos tortas, aunque seguro algo agarra en esa coalición del Frente. Hay mucho trabajador en las noches, levantan lozas y hacen espacios, uno debe voltear cuando se cruzan las calles, a los dos lados, ahora hay carriles para ciclistas y hay Metrobus y si te atontas, te pueden atropellar. Como en Londres, que al llegar a un cruce en el piso te ponen que voltees a los dos lados antes de cruzar. Así lo hago. No estaba abierto el Sanborns pero aproveché y tomé la foto al hotel Casa Blanca, donde un tiempo pasado, cuando el país cobraba víctimas entre los priístas, allí mismo mataron a José Francisco Ruiz Massieu, padre de la que fue secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia, que ahora es secretaria general del PRI, hija de ese hombre que pintaba para ser secretario de Gobernación y luego presidente de la República. Historia que se derrumbó por un sicario, que lo mató a pleno día, en aquel año funesto de 1994, cuando también cayó en ese mismo complot, el candidato Luis Donaldo Colosio. Historias de muertes.