«Una confusión digna de contarse fue aquella cuando Beatriz Paredes que había sido mi compañera en el Senado, pero que no sabía que tenía un gemelo, se encontró a mi hermano en el aeropuerto de Veracruz y se le fue a los abrazos, tal y como acostumbrábamos ella y yo en la Cámara. Benjamín de inmediato entendió la confusión y no se negó al apapacho, guardándose de no hacer aclaración alguna. Hasta ahora sabrá doña Beatriz, que a quien abrazó fue a un personaje desconocido para ella». Lo escribió hace cinco años Magno Garcimarrero en el Facebook… También en Xalapa había otros «cuates» que en las matinés de dos películas de hace años, uno de ellos iba con una muchacha y en la segunda película cambiaban… dicen que hasta besaban igual, porque nunca los «cacharon».