VERA USTED. Las fechas de relevada importancia dentro del calendario cívico del país, fueron motivo, en principio, para la suspensión de labores, cuya finalidad estaba basada en la oportunidad que se les daba a todos los trabajadores, tanto de los que estaban al servicio del Estado, como de los particulares, así como a los alumnos de todas las escuelas, es decir, desde los planteles de educación inicial hasta las de enseñanza superior, de que tuvieran tiempo suficiente para acudir a los actos relacionados con la celebración o conmemoración de algún hecho histórico, considerando que el desarrollo de nuestro país, las leyes que nos rigen, la creación de nuestras instituciones, y otros hechos más, se encuentran sustentados en algún antecedente histórico o en la fuerza del pensamiento de nuestros antepasados, así como la lucha armada que sostuvieron, a quienes en la actualidad se les considera como héroes de la patria.

Pues bien, con el tiempo, la misma enseñanza cívica en las escuelas o en los actos más relevantes del pasado histórico de nuestro país, se ha perdido, al grado de que hoy, dichas fechas se toman como un pretexto para descansar, sin que haya, por lo tanto, el fomento al amor por la patria, al reconocimiento de nuestros héroes o el conocimiento del hecho histórico que se celebra o conmemora.

En cada fecha histórica, los gobiernos y la misma sociedad, se preocupaban por mantener el recuerdo de quienes lucharon por darnos una patria, fortaleciendo con esto la enseñanza cívica, principalmente, a las nuevas generaciones, en el entendido de que la formación cívica, sirve, indudablemente, para respaldar el espíritu de todos los mexicanos, más en tiempos difíciles como los que se presentan en este momento en todo el país.

Todo esto, tenía una verdadera razón para suspender actividades, aunque estrictamente, no era necesaria esta práctica, pues el mejor homenaje que se le puede hacer a las mujeres y hombres que en el pasado lucharon por un mejor país, es trabajando seriamente en la continuación de esta lucha, aunque ahora ya no se haga con la fuerza de las armas, sino con el compromiso de cada mexicano de trabajar incansablemente para mantener la armonía entre todos y la posibilidad de que no haya mexicano que tenga necesidades urgentes que enfrentar, contando con un empleo y un salario digno, dentro del goce de sus plenos derechos que la propia Constitución general de la República, y todas sus leyes, otorgan por igual a cada mexicano.

Sin embargo, como todo lo que esta sucediendo en México, estas enseñanzas, también se están desviando, de tal manera, que no se cumple con el objetivo de la suspensión de labores, retrocediendo día a día, en los propósitos de lograr una mejor educación entre los jóvenes y una mejor información de las bases que tiene este país para ser la nación que todos tenemos, desentendiéndonos del compromiso contraído históricamente.
Pero esto no es todo, todavía a estos señalamientos que en estos momentos nos atrevemos a hacer, hay que añadir un problema más y éste parece ser el colmo de los colmos, pues además de no cumplirse, como ya hemos comentado, con el objetivo de la suspensión de labores, en el día exacto de la fecha que se celebra o conmemora, todavía nos damos el lujo de trasladar esta suspensión hacia otro día que sí es laborable, solo porque la fecha histórica cae en día sábado o domingo, creando, además, los llamados puentes vacacionales que sueles ser, por lo tanto, una clara desviación de los propósitos que originan las fechas cívicas, sin que reflexionemos, tanto en la fecha histórica, como en el hecho de que estamos siendo totalmente irresponsables al crear días de descanso que pudieran ser para mejores propósitos de engrandecimiento de la patria, de la formación de las nuevas generaciones y del propio país que requiere, hoy más que nunca, una permanente preocupación por resolver los grandes problemas que nos aquejan y que tienen que ver, necesariamente, con la falta de garantías suficientes para vivir tranquilamente, lo que suele derivar de una falta de empleo y de oportunidades para evitar la inseguridad, el hambre y las necesidades mínimas de todo ser humano para vivir dignamente.

No son tiempos de crear puentes vacacionales, pues para ello, como en el pasado, hay periodos dedicados exclusivamente al descanso general de la población, pues además de que se retrocede en el avance del progreso del país y de la propia familia, se detiene, prácticamente, toda actividad, por el solo hecho de celebrar o conmemorar una fecha que desconoce la mayoría de mexicanos.

Truncar el avance del país, en estos tiempos, es irresponsabilidad de los gobiernos, de la sociedad y de cada mexicano que trabaja por ser mejor, pues no se vale que a cada momento, se tengan días de descanso sin que tengan una plena justificación.

Homenajear con el recuerdo de nuestros antepasados, es válido, pero se puede hacer trabajando y luchando como ellos lo hicieron, no descansando y ver pasar el tiempo irresponsablemente.

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ES TIEMPO, PUES de una nueva Constitución General de la República, pues la actual esta tan macheteada que nadie quiere reconocer que su vigencia pende solamente de un hilo, pues las mismas autoridades las citan solamente cuando les conviene, pero no hacen nada para hacerla aplicable, cuando menos en los preceptos que todavía pudieran estar actualizados, de acuerdo a los nuevos tiempos que vive el país.

No es mala idea de que los señores legisladores federales, se pudieran a reflexionar o cuando menos a pensar, sobre este asunto, que no es, de ninguna manera fácil, porque se requiere el consenso de muchas partes, entre ellos de los mismos partidos políticos, que suelen ser, principalmente, el primer obstáculo para la creación de más y mejores leyes, desechando el montón de estas legislaciones que resultan no ser aplicables o más bien, caprichos y ocurrencias de legisladores que en el pasado no tuvieron que hacer o bien justificar su presencia en las cámaras de diputados o de Senadores.

El país, espera mayora actividad legislativa y eso corresponderá a la nueva generación de Diputados federales y Senadores, que hoy comienzan a buscar el voto popular para llegar a integrar el nuevo Congreso de la Unión.

Es tiempo, por todo ello, de que los propios ciudadanos que votan en las urnas reflexionen el voto para llegar a mujeres y hombres que conozcan las necesidades del pueblo mexicano, y de lo importante que requiere en estos momentos, como puede ser el caso, de la revisión de los millones de leyes que existen y de la propia Constitución, que ya no requiere parches, sino una nueva legislación que este fundada en las nuevas necesidades del país y de su gente.

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VAYA, Y TODO PARECE justificar la creencia de que todos los políticos tienen cola que les pisen salvo aquellos que logren, de alguna manera, justificar sus acciones y demostrar claramente que no son responsables de los hechos que les imputan.

Resulta que el precandidato del PAN, PRD, MC, a la Presidencia de la República, un tal Ricardo Anaya, esta siendo involucrado en actividades fuera de la ley, al beneficiarse con recursos millonarios, de una fundación denominada “Por más humanismo, A:C., de la cual fue Presidente.

Este hecho lo pone en el plano de la corrupción, problema que él mismo ha venido atacando, y aprovechando para descalificar a los demás partidos políticos y a sus propios contendientes por la misma posición nacional, es decir, la Presidencia de la República.

Este es el hombre que afanosamente busca el voto popular para llegar a ser Presidente de la República, sin que hasta este momento haya presentado un solo proyecto nacional, que no sea el descalificar constantemente a quienes representan en este momento ser sus enemigos políticos.

Vaya, que este candidato, resulta que también, puede tener cola que le pisen hasta no demostrar plenamente lo contrario.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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